Imagínate agua cristalina, bosques, comida criolla y aire fresco, todo envuelto en un ambiente natural y relajante. A tan solo una hora y media de la ciudad es posible encontrarlo en “Provincia Esmeralda”. Así como se le llama a Santiago “Ciudad Corazón”, a Puerto Plata “La Novia del Atlántico” y a La Vega “La Ciudad Olímpica”; Monte Plata, por su verdor, recibe el apodo de “Provincia Esmeralda”.
Luego de cruzar el puente sobre el río Ozama, se puede sentir la frescura de la abundante vegetación y las imponentes montañas que desbordan en belleza original de la zona.
El nombre de “Provincia Esmeralda” es dado por el impresionante color verde de la esmeralda (piedra preciosa), que puede notarse en cada una de las rutas que conducen a ese camino, tanto por la nueva carretera Santo Domingo-Monte Plata-Samaná y por Guerra-Bayaguana-Monte Plata.
De la división de dos provincias: Monte Cristi y Puerto Plata, nace el nombre de “Monte Plata”, explicó Manuel Guillén, presidente de la asociación de negocios de esta provincia.
“Es mucho lo que puedes encontrar en esta comunidad: ríos, balnearios, campamentos y ranchos, entre otras cosas que llaman la atención. Lo sorprendente es que no tienes que alejarte mucho de la ciudad para poder disfrutarlo”, resaltó Guillén.
Lugares a visitar
En Monte Plata, municipio cabecera de la provincia, se ubica el monumento al padre Arturo, en el cruce Boronga, a un kilómetro del centro de la ciudad; en la carretera hacia Sabana Grande de Boyá se encuentra la Iglesia Colonial de Boyá, denominada también Iglesia de “agua santa”, la cual fue construida en 1540 por el Rey Carlos V. Todos los años se celebra el día de procesión, que consiste en sacar a la virgen de “agua santa” en un recorrido por todo el entorno, este acontecimiento se realiza todos los 15 de agosto por sus feligreses y tiene como propósito bendecir el pueblo.
En Monte Plata, municipio cabecera de la provincia, se ubica el monumento al padre Arturo, en el cruce Boronga, a un kilómetro del centro de la ciudad; en la carretera hacia Sabana Grande de Boyá se encuentra la Iglesia Colonial de Boyá, denominada también Iglesia de “agua santa”, la cual fue construida en 1540 por el Rey Carlos V. Todos los años se celebra el día de procesión, que consiste en sacar a la virgen de “agua santa” en un recorrido por todo el entorno, este acontecimiento se realiza todos los 15 de agosto por sus feligreses y tiene como propósito bendecir el pueblo.
A unos 9 kilómetros hacia el Norte, está uno de los ríos más imponentes de la comunidad: el Salto de Socoa, con 60% de agua pertenecientes a Los Haitises. Más adelante, específicamente en el municipio de Bayaguana, se localiza Salto Alto, uno de los balnearios más visitados, no solo por sus tres magníficos chorros que se pierden gota a gota como cascadas, sino también por la frescura y limpieza de sus aguas. En el mismo lugar puedes observar a Comate, situado a unos 5 kilómetros al este del municipio, otro destino acuático.
El recorrido continúa en el corazón bayaguanero, donde se puede visitar uno de los centros de peregrinación más importantes para los creyentes católicos del país: el “Santo Cristo de los Milagros”.
Don Juan, ubicado en la parte suroeste de la provincia, a unos 18 kilómetros, es rica en producción de caña y piña, productos que son exportados internacionalmente.
El recorrido no puede terminar sin mencionar la “Sierra de Yamasá”, municipio de la comunidad monteplatense, caracterizada por ser un terreno abundante en vegetación, arroyos y manantiales. De esta sierra se desprenden siete picos que dan nacimiento a los ríos Ozama, Verde, Yamasá, Guanuma, Máyiga, Haina y Básima.
Para los amantes del camping
El campamento Comatillo, localizado a unos 12 kilómetros al norte de Bayaguana, es uno de los sitios al que acude mucha gente, donde el visitante se topa con un itinerario diverso y lleno de diversiones como cabalgatas, canotaje, deportes y comida criolla, entre otras actividades.
El campamento Comatillo, localizado a unos 12 kilómetros al norte de Bayaguana, es uno de los sitios al que acude mucha gente, donde el visitante se topa con un itinerario diverso y lleno de diversiones como cabalgatas, canotaje, deportes y comida criolla, entre otras actividades.
Otro lugar para acampar es el campamento Aventura, con capacidad para 200 personas; contiene pistas de caballos, canchas de voleibol y baloncesto, además se puede practicar deportes extremos y ecoturismo.
Al rescate de la cultura taína
Por cuatro generaciones, los hermanos Guillén hacen arte con el legado de la cultura taína. Esta familia construye cerámicas con formas de dioses, objetos y caras taínas que recupera de los suelos de Yamasá.
Por cuatro generaciones, los hermanos Guillén hacen arte con el legado de la cultura taína. Esta familia construye cerámicas con formas de dioses, objetos y caras taínas que recupera de los suelos de Yamasá.
Para ello utilizan el barro proveniente de la tierra. A unos dos metros del suelo ya es posible encontrarlo y además es reciclado, para que no se desperdicie y pueda ser reutilizado.
Jesús Guillén explica que tienen piezas originales que son exactamente copiadas a través de un proceso de realización que consiste primero en sacar el barro líquido; luego se deja secar, se tritura y se mezcla para su posterior uso.
“Con cualquiera de las técnicas se puede hacer no solo esculturas taínas, sino tazas, platos y hasta accesorios para los brazos”.
Algunos de los métodos que empleamos son: la balbotina de barro líquido, Bolas, churro y laminas con barro mesclado”, explico Guillen.
“Behique, Cemi Boinayel, Majador, Dios Sol y Potiza”, son partes de las piezas que hacen los hermanos Guillen, siendo elementos claves de la cultura taina.
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