LA HABANA— El secretario de la Organización de Estados Latinoamericanos (OEA), José Miguel Insulza llegó el lunes a esta capital en una visita histórica pues la organización no mantiene relaciones con la isla desde hace cinco décadas.
Insulza arribó al aeropuerto José Martí de La Habana por la tarde para participar en la II Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), informaron a la AP funcionarios cubanos.
Siguiendo "la cortesía" que le corresponde como anfitrión de la Cumbre de la CELAC, Cuba invitó a Insulza, expresó la semana pasada el canciller Bruno Rodríguez. El secretario aceptó la oferta convirtiéndose en el primero de ese organismo interamericano en llegar a la isla. A diferencia de la llegada de los jefes de estado, la de Insulza no fue pública ni transmitida por la señal oficial instalada en la terminal aérea.
Las tensiones entre Cuba y la OEA comenzaron tras el triunfo de la revolución, cuando Washington usó al mecanismo para presionar al naciente gobierno encabezado por Fidel Castro.
El punto climático llegó en 1962, cuando la OEA le suspendió la membresía a Cuba y al calor de la Guerra Fría logró que los otros participantes en el foro le dieran la espalda.
Finalmente, la OEA levantó la restricción sobre Cuba en 2009, durante una Asamblea General en Honduras, pero Cuba rechazó volver al mecanismo.
"No regresaremos a ella. Tiene una carga histórica negativa como instrumento de dominación de los Estados Unidos que no puede resolver mediante ninguna reforma", expresó ahora el canciller cubano Bruno Rodríguez.
El jefe de gabinete del Secretario General, Hugo Zela, dijo a AP que "aquí en la OEA no hay registro alguno" de que un líder de la organización haya visitado Cuba. El foro hemisférico existe desde 1948.
"Los problemas de la OEA se deben a que el multilateralismo interamericano no se ha actualizado con respecto a los cambios políticos y de balance de poder que han ocurrido en el continente y fuera de este como parte del ascenso global del Sur", expresó a la AP el economista cubano y experto de la Universidad de Denver, Arturo Lopez-Levy.
"La II Cumbre de CELAC en la Habana echa sal a esa herida", agregó.
Durante décadas uno de los argumentos de la OEA para excluir a Cuba era la falta de pluripartidismo en la isla, cuyo gobierno considera a los disidentes como mercenarios orientados por Estados Unidos para desprestigiar a la revolución.
Insulza también fue criticado ahora sobre todo en La Florida por no programar citas con opositores y disidentes, pues, según dijo, asistiendo como observador prefiere no realizar actividades que incomoden a sus anfitriones.
"Es un poco sorprendente (que no los reciba) porque la OEA suele reconocer a las ONGs de derechos humanos como la nuestra", dijo a la AP el líder de la no gubernamental Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional y opositor, Elizardo Sánchez.
Pero más allá de la relación doméstica de la OEA con la isla, todo caso, algunas voces en la CELAC apuesta a convertir este nuevo mecanismo en el verdadero interlocutor de América Latina y el Caribe ante otras regiones del mundo y potencias continentales.
La CELAC "está llamada a reemplazar dentro de poco tiempo a la OEA esa institución que le hizo tanto daño a la integración", expreso el lunes el canciller ecuatoriano Roberto Patiño.DE AP
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