SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Todos recordarán cuando en el año 2008 al merenguero de calle Antonio Peter de la Rosa (Omega) el entonces director de prisiones, José Ignacio Sandoval Cabrera, le permitió tocar una fiesta mientras estaba preso por golpear a su esposa.
Las fiestas en los centros penitenciarios, sin autorización de la Procuraduría General de la República, están prohibidas. De igual forma el uso de celulares e internet, así como los juegos de azar, apuestas, las bebidas alcohólicas, entre otras actividades, como lo establecen la ley y el reglamento penitenciario.
Sin embargo, de nuevo las autoridades incurren en el error de "prohibir lo prohibido", como si hubiesen olvidado de la existencia de leyes y reglamentos.
Para el abogado Frank Reinaldo Fermín esto es una “incapacidad” de las autoridades.
“Las fiestas pueden hacerse siempre y cuando tenga el consentimiento de la autoridad, porque si no sería tomarle el pelo a la población en general. Tomarlo preso y que siga cantando”, expresó el jurista Fermín.
Así como en la actualidad la Procuraduría General de la República prohíbe las fiestas en las prisiones sin consentimiento previo, aunque ya existía esta prohibción, en septiembre del año 2011 el Procurador anunció que traerían perros amaestrados desde los Estados Unidos para la incautación de celulares y así cumplir la orden del presidente Leonel Fernández, de prohibir el uso de estos aparatos a los presos dominicanos. Cuando el gobernante impartió la orden, ya las leyes registraban la prohibición.
De acuerdo con el jurista Fermín, la ineficiencia de la Policía Nacional y del Ejercito Nacional, que manejan las cárceles del viejo régimen penitenciario, conlleva al desorden.
Asimismo, atribuyó el desorden y la violación de las leyes penitenciarias a la corrupción en la que incurren muchos policías y militares en las prisiones.
El uso de celulares en las cárceles fue tema nacional el año pasado cuando distintas instituciones gubernamentales y de la sociedad civil junto al presidente de la República se encontraron en un debate que determinó era necesario detener las acciones de delincuentes que, estando en prisión, continúan liderando organizaciones criminales impartiendo instrucciones desde la prisión mediante los teléfonos móviles y otras tecnologías de comunicación.DE ACENTO.COM.DO