Un hit remolcador de Emilio Bonifacio en el octavo episodio, remolcó la carrera de la ventaja cuando el partido se encontraba empatado a dos vueltas por bando.
Víctor Marte resultó el pitcher ganador por los felinos, mientras que Juan Carlos Cruz se anotó juego salvado.
Los azules lograron la corona en un partido batallado frente una escuadra roja que mantuvo constantes amenazas con empatar la serie a cuatro juegos, pero sus esfuerzos se desvanecieron.
Esta es la corona número 21 que obtiene el Licey, volviendo a colocarse como el equipo más ganador del béisbol local, al irse por encima de las Águilas Cibaeñas con las que estaban empatados a 20 coronas ganadas iguales.
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