Buenos Aires, 22 nov (PL) Más de 32 millones de argentinos eligen hoy a su nuevo presidente para los próximos cuatro años entre el candidato del Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, y el de la alianza de derecha Cambiemos, Mauricio Macri.
El que resulte elegido sustituirá a partir del 10 de diciembre a Cristina Fernández, quien se despide de la Casa Rosada con la popularidad más alta para un mandatario en época de democracia luego de dos mandatos al frente del Ejecutivo pese a las intensas campañas sucias y negativas de la oposición mediática.
Desde las 18:00 hora local del viernes unos 100 mil efectivos dirigidos por el Comando General Electoral, creado para garantizar el desarrollo y la estabilidad del proceso comicial, repartieron toda la documentación y las urnas para el ejercicio ciudadano.
En total, 189 mil 958 personas, entre jueces de mesa, asistentes y fiscales electorales trabajarán en las 94 mil 979 mesas electorales montadas en los más de 13 mil colegios que abrirán por todo el país para recibir a 32 millones 37 mil 323 votantes.
Los primeros resultados del escrutinio provisorio de la segunda vuelta presidencial, la primera en la historia política argentina, se conocerán a partir de las 19:30 hora local, adelantó el director nacional electoral, Alejandro Tullio, quien descartó cualquier tipo de intento de fraude informático.
Tullio dijo que para las 22:30 se podrá tener una precisión mayor sobre la tendencia del resultado.
Los argentinos llegan a esta instancia luego de varios años de intensa ofensiva mediática de los órganos corporativos de la información dirigida a inducir odio y rechazo al proyecto popular y nacional que propuso Néstor Kirchner e impulsó Cristina Fernández.
No han faltado falaces denuncias, engañosos reportajes y operaciones de descrédito personal que se combinaron con reclamos e imputaciones de políticos opositores con el apoyo de un segmento del Poder Judicial asociado a los intereses de los grupos corporativos de poder.
Esa embestida opositora ha hecho mella indudablemente en una porción del electorado que puede inclinar la balanza hacia el candidato de la derecha pese al negativo impacto que pueden tener las políticas que propugna su equipo.
El comentarista político Alberto Dearriba escribió para Tiempo Argentino que puede producirse un fenómeno político en el que la mitad de los electores voten por el candidato de una fuerza que “promete devaluación, ajuste, menos universidades, menos feriados, precios descuidados y alza de tarifas de los servicios públicos”.
También han dejado entrever que restringirán los contratos laborales, no seguirán con la actualización jubilatoria, anuncian despidos de empleados públicos, dejarán la economía a los designios del mercado y con menos Estado presente, agrega el articulista.
Dearriba no abordó en su columna otro aspecto del balotaje, las consecuencias de la política de confrontación regional que anticipó Macri si llega a la Casa Rosada.
En la última semana de campaña, Scioli martilleó en la opinión pública sobre las negativas consecuencias que sufrirá el país si la Casa Rosada pasara a políticos con esa visión.
Falta ver entonces si este domingo una porción del electorado asimila la advertencia y se percata de lo que puede afrontar, o se deja llevar por las ideas de odio y rechazo que han tratado de inducirle los medios de la derecha opositora.FUENTE DE ALMOMENTO.NET
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