SANTO DOMINGO. La Ballena Azul es una peligrosa distracción virtual, utilizada desde hace diez años por niños y jóvenes, que, según publicaciones del país en que se originó, ha llevado a muchos de sus usuarios al suicidio.
El juego ha disparado las alarmas en algunas zonas de Europa y de Latinoamérica, incluso en República Dominicana.
Colombia, por ejemplo, investiga si tres suicidios de adolescentes están vinculados al juego de la Ballena Azul; España, por igual. Se cree que la hospitalización de una menor en Barcelona puede estar relacionada al macabro entretenimiento utilizado en las redes sociales.
Asimismo, Uruguay, Bolivia, Brasil y Chile han alertado sobre el riesgo del “Blue Whale”, como se conoce en inglés la propuesta de diversión que contiene 50 desafíos peligrosos.
“La Policía uruguaya derivó a la Interpol la investigación de los casos que se han dado en el país, cuatro hasta el momento, dos en Montevideo y otros dos en el departamento de Rivera (al noreste), informó la prensa local”, dijeron las autoridades del país a la agencia EFE.
Los desafíos de la Ballena Azul consisten en afrontar los 50 retos, uno cada día. El joven es retado a encarar una tarea peligrosa, que incluye hacerse cortes y autolesiones, un agujero en la mano o a tatuarse una ballena en el brazo con una lámina o pasar todo un día sin dormir viendo películas de terror.
El juego concluye con una última prueba, la más desafiante: colocarse al borde de un precipicio.
Medidas preventivas en República Dominicana
En República Dominicana, aunque no se ha conocido ningún caso, por el riesgo que representa y para evitar posibles víctimas, la Policía Nacional llama en su cuenta de Facebook a tener “cuidado con la invitación” al juego e informa a los cibernautas que las víctimas alcanzan el número de 130.
El Ministerio de Educación también dice que trabaja para proponer medidas preventivas con la colaboración de la Oficina Presidencial de Tecnologías de la Información y Comunicación (Optic ) y el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones.
Según publicaciones que citan el origen del juego, la primera vez que se habló de esta distracción fue en un medio ruso en mayo del pasado año, después que la autora, Galina Mursalieva, descubriera que hubo un aumento del número de suicidios en algunas regiones de ese país.
De acuerdo al medio la Novaya Gazeta, desde noviembre de 2015 hasta abril de 2016, un total de 130 niños y adolescentes se quitaron la vida. La mayoría de ellos era miembro de uno de los grupos en línea “Blue Whale” (la Ballena Azul).
Las autoridades de Uruguay dijeron que para contrarrestar el juego “se requiere más prevención social que policial” y llamaron a la población, sobre todo a las familias, a estar atenta a las modificaciones de conductas de los niños y jóvenes para detectar cualquier cambio en ellos que implique la obligación de tratarlos con los expertos de la salud mental.
“Hay que estar lo más cerca posible a nivel del núcleo familiar, apoyándolos, comprometiéndonos, tomando conocimiento de cuáles son sus familiares, sus amistades, sus contactos y de cómo funciona su vida social”, indicó a EFE el ministro de Salud de Uruguay, Jorge Basso.
Estrategia para enfrentar la ballena azul
Como una medida sana para enfrentar los trágicos retos de la Ballena Azul en los últimos días también se han dado a conocer los grupos de las ballenas rosada y verde que proponen desafíos enfocados en la familia, la autoestima y en la realización de actividades que siempre son difíciles de ejecutar para la superación personal, por ejemplo levantarse temprano.
La Ballena Rosada fue creada en Brasil y también como la Azul dispone de 50 retos que son seguidos en Facebook. La Ballena Verde está enfocada en el humor.
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