Familia aún llora tragedia en Miami

Bonao

Con voz entrecortada y rostro humedecido por las lágrimas que brotan de sus ojos, Lucía Sánchez, hija adoptiva de doña Esther y Abraham, recuerda el día en que su madre se despidió para partir junto a su hijastra y dos nietos a Miami, repitiéndole que cuidara mucho a su nieta Chantal y recordándole lo mucho que la amaba.

“Mi mamá duró un mes aquí, los vecinos la conocieron solo ese tiempo y la lloraron y siguen llorando, porque mami se daba a querer al instante”, cuenta la joven mujer entre sollozos.

Con gran pesar recuerda el pasado domingo, cuando recibió la llamada de su hermano informándole que tanto su madre como su sobrino y hermana habían fallecido tras ser impactados por un vehículo a la salida del estadio donde fueron a disfrutar de un partido de béisbol.

“No lo puedo creer aún; es que ese mismo día mami me llamó y me dijo lo feliz que se sentía; me agradeció por haberle alegrado tanto sus vacaciones y me recordó que me amaba”, narra Lucía entre pausas, para secar sus lágrimas. La familia había regresado ese mismo día después de unas vacaciones en República Dominicana, donde habían visitado parientes y amigos, con quienes compartieron en balnearios de la provincia Monseñor Nouel, entre fogatas y varias actividades.

Aseguran que ese viaje a Miami fue un regalo sorpresa por las calificaciones obtenidas por Adriana Díaz en sus estudios secundarios. Díaz también falleció en el accidente. Freddy Contreras, nuero de doña Esther, asegura que la familia tenía muchos proyectos. El hijo de la pareja había adquirido una casa en Atlanta para vivir con su madre e hijo. Ambos fallecieron en el trágico accidente.

“No te imaginas lo felices que estábamos todos, además de que esperábamos con ansias el cumpleaños de Franklyn Junior, que era el 15 de este mes, y mira cómo muere también”, dice con tristeza Freddy.

Franklyn Díaz,  hijo de doña Esther y padre de Franklyn Junior, dice que siempre recordará a su madre, quien le deja esa herencia a su nieta Magdeline, que se recupera del accidente.