Paredes agrietadas, techos rotos y con filtraciones, escasez de cortinas divisoras y camillas en mal estado, son algunas de las precariedades que tienen que enfrentar las madres que acuden con sus hijos a la sala de emergencia pediátrica Joselito Hernández, del hospital Luis Eduardo Aybar (Morgan).
A estas dificultades se le suma la poca iluminación en el lugar, lo que provoca que, para aplicar las inyecciones intravenosas, las enfermeras tienen que trasladar los infantes, sin importar su condición de salud de una camilla a otra para poder buscar un rayito de luz que le pueda indicar dónde está la arteria venosa. Los zafacones en el piso son para evitar que los chorros de agua que caen del techo roto se esparzan por el piso.
Las madres que visitan esta área del hospital, cuyos niños en su mayoría están afectados de gripe y problemas respiratorios, se quejan de la humedad que hay en el lugar, y expresaron su temor de que el estado de salud de sus hijos empeore.
“Yo lo traigo aquí porque no puedo llevarlo a una clínica, pero siempre tengo el temor de que mi hijo vaya a contraer otra enfermedad aquí por el mal estado en que se encuentra este lugar”, se quejó una dama que no quiso identificarse.
Tras una visita sorpresa que el presidente Danilo Medina realizó al centro de salud el mes diciembre del 2012, manifestó que se necesitaba una remodelación "urgente" para mejora no sólo su infraestructura, sino los servicios que ofrece. Para ello el Gobierno dispuso la suma aproximada de RD$3 millones.
Esta sala de emergencias fue inaugurada por el entonces presidente de la República Leonel Fernández en agosto del 2006, a un costo aproximado de RD$200 millones.
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