EFE
Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco recordó este domingo a las familias de emigrantes y refugiados que, al salir de sus países, han encontrado rechazo y abusos de distinto tipo, una "triste realidad", dijo, que sigue afectando a millones de personas en todo el mundo.
Durante el rezo del Ángelus desde la plaza de San Pedro del Vaticano, el pontífice argentino abordó esta cuestión justo en un domingo, el primero tras el día de Navidad, en el que la Iglesia Católica celebra la Fiesta de la Sagrada Familia.
"Hoy el Evangelio nos presenta la Sagrada Familia por la vía dolorosa del exilio, en búsqueda de refugio en Egipto. José, María y Jesús experimentan la condición dramática de los refugiados, marcada por el miedo, la incertidumbre y las molestias. Desafortunadamente, en nuestros días millones de familias pueden reconocerse en esta triste realidad", indicó.
"Casi todos los días la televisión y los periódicos dan noticias de refugiados que huyen del hambre, la guerra, de otros peligros graves, en búsqueda de seguridad y de una vida digna para ellos y sus propias familias", agregó Francisco.
Ante una abarrotada plaza de San Pedro, el papa afirmó que, aunque llegan a conseguir trabajo, muchos de esos refugiados y emigrantes "no encuentran una verdadera acogida, ni respeto, ni se aprecian los valores de los que son portadores".
"Sus legítimas expectativas se enfrentan a situaciones complejas y dificultades que parecen a veces insuperables. Por eso, mientras fijamos la mirada en la Sagrada Familia de Nazaret en el momento en el que se ve obligada a huir, pensamos en el drama de esos emigrantes y refugiados que son víctimas del rechazo y los abusos", indicó.
"Pero pensamos también en los 'exiliados' que pueden estar dentro de las mismas familias: los ancianos, por ejemplo, que a veces son tratados como presencias molestas. Muchas veces pienso que una señal para saber cómo va una familia es ver cómo se tratan en la misma a los niños y a los ancianos", agregó.
En este sentido, el pontífice invitó a las familias a tomar consciencia de la importancia que tienen en la Iglesia Católica y en la sociedad, así como a vivir de un modo sencillo, haciendo suyas las palabras "permiso, perdón y gracias".
Al Ángelus, Francisco quiso añadir el rezo de otra pequeña oración dedicada a la familia, tema del próximo Sinodo de Obispos, y mandó un especial saludo a los fieles que celebran la Fiesta de la Sagrada Familia en distintas partes del mundo, entre ellas en Barcelona y Madrid, donde se pudo seguir en directo su mensaje.
Con su oración, el papa pidió a la Sagrada Familia de Nazaret "que nunca más haya en las familias episodios de violencia, cerrazón y división, que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado".
"Santa Familia de Nazaret, que el próximo Sínodo de los Obispos haga tomar consciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios", prosiguió.DE EFE
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