La Cámara de Representantes de Puerto Rico aprobó la concesión de licencias de conducir a extranjeros sin residencia legal, una medida muy celebrada hoy por los más de 100.000 dominicanos que podrían regularizar su situación en la isla caribeña.
El presidente de la organización Integración Dominicana, el excónsul Rolando Acosta, dijo hoy a Efe que al menos unos 100.000 dominicanos, haciendo un cálculo conservador, se beneficiarán de esta medida, a la que calificó de "histórica".
Se calcula que la comunidad dominicana en Puerto Rico es mucho mayor de lo que reflejan las cifras oficiales y que incluso podría alcanzar las 200.000 personas, representando así a la inmensa mayoría de los inmigrantes que viven en la isla.
Contar con una licencia de conducir en Puerto Rico, al igual que en el resto de Estados Unidos, tiene un valor similar al que en otros países representa la célula de identificación.
El Proyecto de la Cámara de Representantes 900, aprobado anoche, enmienda la Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico y deroga la Ley 79, lo que permitirá acceder a las personas en situación irregular a una licencia de conducir provisional, siempre que hayan residido en Puerto Rico por más de un año.
"La nueva norma permitirá a muchos miles de dominicanos salir de la oscuridad y no ser objeto de atropellos", celebró Acosta, tras agradecer al gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, que haya impulsado una medida que definió "de justicia social".
"La vida de muchos miles de personas cambiará, de tal forma que los dominicanos que hasta ahora estaban en situación irregular, gracias a ese documento, podrán, por ejemplo, abrir cuentas bancarias", explicó el líder de la comunidad dominicana y excónsul de su país en San Juan.
Además, defendió que la medida tendrá un efecto económico de "muchos millones de dólares" en Puerto Rico, gracias al pago de seguros médicos y gestiones administrativas y financieras.
Subrayó que muchos dominicanos se veían obligados hasta ahora a guardar en sus residencias sus ahorros, al estar privados de cualquier identificación legal, lo que les hacían invisibles ante las autoridades puertorriqueñas y les impedía abrir cuentas bancarias.
Acosta explicó que ya ha contactado con miembros de las cámaras legislativas de cara a los preparativos de la normativa que en el futuro permita que aflore todo ese dinero en manos de inmigrantes dominicanos.
La nueva legislación a la que alude Acosta, de aprobarse, permitiría que los hasta ahora inmigrantes sin documentación puedan ir progresivamente regularizando sus ahorros a través de su depósito en cuentas bancarias, con el consecuente gravamen por parte de la Hacienda puertorriqueña.
Las licencias de conducción provisionales a las que tendrán acceso los inmigrantes serán accesibles para personas residentes en Puerto Rico por un periodo de más de un año, que no posean tarjeta de Seguro Social o documentación expedida por el Servicio de Ciudadanía de Inmigración de Estados Unidos.
Los requisitos para la expedición de una licencia provisional de conducir incluyen contar con un pasaporte vigente del país de ciudadanía del interesado o una identificación consular actualizada.
El proyecto aprobado por la Cámara de Representantes de Puerto Rico pasará ahora al Senado para su ratificación. Ambas cámaras están controladas por el partido gobernante, así que es previsible que el texto no se encuentre obstáculo alguno.
Luego deberá ser remitido al gobernador para que éste firme el texto que él mismo propuso y lo convierta en ley.
En Puerto Rico, donde están censados 3,72 millones de habitantes, hay 68.000 dominicanos con ciudadanía estadounidense, aunque se calcula de forma extraoficial que las personas que viven en Puerto Rico de esa nacionalidad pueden alcanzar las 200.000.DE EFE
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