Los familiares de Óscar Pérez (Yandel), Luis Manuel Estévez Ponciano (Macuto o Anderson) y Joel Rafael Miliano Rodríguez (Pateo), los tres acusados y condenados a un año de prisión preventiva por la muerte de Caludio Nasco, expresaron hoy su inconformidad con las investigaciones que ha hecho la Policía Nacional en torno al caso.
Alegan que faltan pruebas que los oficiales no han presentado para proteger al comunicador.
En una rueda de prensa, dijeron que están conscientes del crimen que cometieron los jóvenes, y piensan que deben pagar por el, pero llamaron a la justicia a actuar con equidad y consideran que al enviarlos a cumplir la coerción para la cárcel del 15 de Azua los están matando.
Explicaron que Nasco se le identificó a Yandel como Rafael Batista y que estaba con él desde los 15 años, y que además lo buscaba para salir hasta tres veces en la semana.
Los parientes se quejaron del trato que han recibido los jóvenes de algunos medios de comunicación, porque lo están tratando como unos “monstruo y lacras sociales”, y dijeron que ellos eran un ejemplo en la comunidad.
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