Ciudad del Vaticano, 19 jun (EFE).- El papa Francisco criticó hoy la trivialidad que "esclaviza" a las personas y llamó a los fieles a aprender a reconocer ese "pan falso que nos ilusiona y corrompe".
En su homilía de la misa solemne celebrada con motivo del Corpus Christi a los pies de la basílica romana de San Juan de Letrán, el papa aludió a un versículo del Deuteronomio ("El Señor, tu Dios... te ha nutrido de 'maná', que tú no conocías") para recordar que el pueblo judío, durante su éxodo bíblico y tras ser liberado, añoraba los alimentos que consumía en Egipto "en la mesa de la esclavitud".
Advirtió de que en la actualidad algunas personas "se nutren con el dinero, el éxito, la vanidad, el poder o el orgullo" y corren el riesgo de olvidar que "el único alimento que sacia al ser humano", que lo libera, es "el que da Dios".
Y es que, según el pontífice argentino, el ser humano, además del hambre física, alberga otros tipos de hambre como la de vida, la de amor o la de eternidad, que solo pueden ser saciadas con la espiritualidad.
"Alguno de nosotros puede preguntarse hoy '¿Y yo, dónde quiero comer? ¿En qué mesa me quiero nutrir? ¿En la mesa del Señor o, por el contrario, sueño con comer alimentos gustosos en la esclavitud?", preguntó Francisco.
A la misa siguió una procesión hasta la basílica de Santa María la Mayor, que el papa realizó en coche.
La festividad del Corpus Christi fue instituida por el papa Urbano IV en 1264, debido al llamado "milagro de Bolsena".
En 1263 un sacerdote bohemio, Pedro de Praga, se dirigía hacia Roma cuando se detuvo en la cercana localidad de Bolsena para oficiar misa, pero el cura dudaba de la presencia real de Cristo en la Eucaristía y pidió a Dios una "señal".
Según la tradición católica, unas gotas de sangre emanaron de forma imprevista de la hostia consagrada y cayeron sobre el corporal (lienzo que se extiende en el altar para poner sobre él la hostia y el cáliz), una tela que se guarda en la catedral de Orvieto, en el centro de Italia. EFE
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