El Consejo Estatal del Azúcar (CEA) está enfocado en retomar la producción azucarera en el país y para eso la institución está dispuesta a usar las tierras que se requieran y a trabajar en sinergia con el colonato o productores privados.Actualmente, el Gobierno está financiando 48 mil tareas para el cultivo de caña. De ellas, 32,000 son por vía del CEA, mientras que por la Presidencia hay 16,000. En detalle, CEA tiene bajo su responsabilidad los nuevos ingenios de Chirino y el de San José de los Llanos, de acuerdo a informaciones ofrecidas ayer por José Joaquín Domínguez Peña, director ejecutivo del organismo, en la entrevista concerniente al Almuerzo Semanal de Multimedios de Caribe. El funcionario asistió al encuentro en compañía de Víctor Fernández, director administrativo; Ricardo Pérez, director de Producción Azucarera; Héctor Abreu, director de CEAGANA, y Mónica Fanith, gerente de Relaciones Públicas. “Tenemos que sembrar mucha caña por la sencilla razón de que hoy el ingenio Porvenir pudo hacer una zafra enorme, pero no tiene caña. Por tanto, al ingenio lo que le falta es caña”, aseguró Domínguez Peña en la conversación.
En respuesta a preguntas formuladas por el director de elCaribe, Osvaldo Santana, quien dirigió la entrevista, el director ejecutivo del CEA rememoró que el ingenio Porvenir fue recuperado, luego de que estaba en manos de inversionistas extranjeros que nunca pagaron un centavo por el arrendamiento y por el contrario lo depredaron.
“Eso de la recuperación sucedió a principios de febrero de 2014, cuando hicimos una zafra que tuvo muchos problemas porque el ingenio, luego que fue entregado a los arrendatarios nunca se había reparado. Pero gracias a Dios en esa zafra azucarera pudimos nivelarlo y hacer un buen trabajo”, dijo el funcionario. Y agregó que este año se hizo otra zafra que concluyó la semana pasada, con una afectación solo por la sequía, que acabó con la siembra y la producción. Los efectos de la escasez de lluvia provocaron que la zafra reciente solo durara 124 días, a diferencia de la zafra 2013-2014, que duró 184.
Los resultados de la última zafra fueron buenos, de acuerdo a los números que manejó “de cabeza” ayer el director ejecutivo del CEA, porque rondaron las 15 mil toneladas de azúcar, frente a la anterior que alcanzó las 18,500 toneladas.
Sin embargo, aunque se aprecia que hubo menos toneladas, el rendimiento en todo caso fue mayor si se mira el tema de los costos en que se incurrió ahora frente a la cosecha anterior. “En los comparativos diarios que se hacen entre una zafra y otra se determinó que se molieron unas 47,000 toneladas menos que en la versión anterior, pero hubo un rendimiento (por encima) de 2,500 toneladas de azúcar”, aseguró Domínguez Peña.
En términos sociales, la recuperación de Porvenir ha sido positiva porque ha levantado la vida a los bateyes, que estuvieron abandonados. “Se han reparado las viviendas y se ha instalado agua, energía eléctrica y canchas deportivas en los bateyes. Eso se ha realizado vía el programa denominado “El CEA y la comunidad”, expuso. Semanalmente, el CEA incursiona en actividades de índole diversa, entre ellas: mercados agrícolas, reparación de viviendas y cambio de pisos de tierras por cemento. Como resultado de la reparación del ingenio Porvenir se han generado más de tres mil empleos. “Hay un personal técnico que los antiguos arrendatarios no estaban aprovechando. Eran personas sobre los 70 años que estaban en sus viviendas prácticamente esperando la muerte. Es un personal de mucha experiencia que se había formado en los ingenios y que hoy puede dar los conocimientos que adquirió con los años”, dijo Ricardo Pérez, en otra parte de la conversación.
Citó, por ejemplo, que hay piezas que debían comprarse en el mercado local para Porvenir que ahora con ese personal se fabrican. “El CEA sigue como una escuela de formación técnica, de gente que ha llegado históricamente como aprendiz y luego, con entrenamiento adicional, ha logrado ocupar posiciones en la institución, como es el caso del administrador del ingenio Porvenir, en San Pedro de Macorís, que llegó como mensajero al CEA”, apuntó Pérez.
En la entrevista, por parte de este diario, participaron también el subdirector y editor de la sección Dinero, Héctor Linares; el jefe de Redacción de Apertura, Héctor Marte, y la editora de elCaribe versión digital, Sandra Guzmán. A todos ellos, el director ejecutivo del CEA les reiteró que en Monte Plata hay dos ingenios pequeños para producir azúcar de panela. “El azúcar de panela se produce diferente a la que surge de la caña, porque, si bien es un azúcar que se produce con todo el guarapo de la caña, no lleva aditivos químicos. Es parecido a la rapadura, pero industrializado”, explicó Ricardo Pérez, reforzando el tema mencionado Domínguez Peña.
Esos dos ingenios forman parte de un proyecto que desde hace años tenían en carpeta distintas asociaciones de productores de caña, con los que el CEA tuvo contacto posteriormente, encargándose de presentar la iniciativa al presidente de la República. El azúcar de panela en prácticamente todos los países que se produce es para mercado local, según Pérez.
Es un producto, desde el punto de vista nutricional, con todos los ingredientes que tiene el jugo de caña. Es la evaporación de jugo y se hace de dos formas diferentes: en sistema cerrado (cuando es para mercado internacional) y en sistema abierto. Los dos proyectos citados tienen varios componentes y uno de ellos es el agrícola.
En respuesta a preguntas formuladas por el director de elCaribe, Osvaldo Santana, quien dirigió la entrevista, el director ejecutivo del CEA rememoró que el ingenio Porvenir fue recuperado, luego de que estaba en manos de inversionistas extranjeros que nunca pagaron un centavo por el arrendamiento y por el contrario lo depredaron.
“Eso de la recuperación sucedió a principios de febrero de 2014, cuando hicimos una zafra que tuvo muchos problemas porque el ingenio, luego que fue entregado a los arrendatarios nunca se había reparado. Pero gracias a Dios en esa zafra azucarera pudimos nivelarlo y hacer un buen trabajo”, dijo el funcionario. Y agregó que este año se hizo otra zafra que concluyó la semana pasada, con una afectación solo por la sequía, que acabó con la siembra y la producción. Los efectos de la escasez de lluvia provocaron que la zafra reciente solo durara 124 días, a diferencia de la zafra 2013-2014, que duró 184.
Los resultados de la última zafra fueron buenos, de acuerdo a los números que manejó “de cabeza” ayer el director ejecutivo del CEA, porque rondaron las 15 mil toneladas de azúcar, frente a la anterior que alcanzó las 18,500 toneladas.
Sin embargo, aunque se aprecia que hubo menos toneladas, el rendimiento en todo caso fue mayor si se mira el tema de los costos en que se incurrió ahora frente a la cosecha anterior. “En los comparativos diarios que se hacen entre una zafra y otra se determinó que se molieron unas 47,000 toneladas menos que en la versión anterior, pero hubo un rendimiento (por encima) de 2,500 toneladas de azúcar”, aseguró Domínguez Peña.
En términos sociales, la recuperación de Porvenir ha sido positiva porque ha levantado la vida a los bateyes, que estuvieron abandonados. “Se han reparado las viviendas y se ha instalado agua, energía eléctrica y canchas deportivas en los bateyes. Eso se ha realizado vía el programa denominado “El CEA y la comunidad”, expuso. Semanalmente, el CEA incursiona en actividades de índole diversa, entre ellas: mercados agrícolas, reparación de viviendas y cambio de pisos de tierras por cemento. Como resultado de la reparación del ingenio Porvenir se han generado más de tres mil empleos. “Hay un personal técnico que los antiguos arrendatarios no estaban aprovechando. Eran personas sobre los 70 años que estaban en sus viviendas prácticamente esperando la muerte. Es un personal de mucha experiencia que se había formado en los ingenios y que hoy puede dar los conocimientos que adquirió con los años”, dijo Ricardo Pérez, en otra parte de la conversación.
Citó, por ejemplo, que hay piezas que debían comprarse en el mercado local para Porvenir que ahora con ese personal se fabrican. “El CEA sigue como una escuela de formación técnica, de gente que ha llegado históricamente como aprendiz y luego, con entrenamiento adicional, ha logrado ocupar posiciones en la institución, como es el caso del administrador del ingenio Porvenir, en San Pedro de Macorís, que llegó como mensajero al CEA”, apuntó Pérez.
En la entrevista, por parte de este diario, participaron también el subdirector y editor de la sección Dinero, Héctor Linares; el jefe de Redacción de Apertura, Héctor Marte, y la editora de elCaribe versión digital, Sandra Guzmán. A todos ellos, el director ejecutivo del CEA les reiteró que en Monte Plata hay dos ingenios pequeños para producir azúcar de panela. “El azúcar de panela se produce diferente a la que surge de la caña, porque, si bien es un azúcar que se produce con todo el guarapo de la caña, no lleva aditivos químicos. Es parecido a la rapadura, pero industrializado”, explicó Ricardo Pérez, reforzando el tema mencionado Domínguez Peña.
Esos dos ingenios forman parte de un proyecto que desde hace años tenían en carpeta distintas asociaciones de productores de caña, con los que el CEA tuvo contacto posteriormente, encargándose de presentar la iniciativa al presidente de la República. El azúcar de panela en prácticamente todos los países que se produce es para mercado local, según Pérez.
Es un producto, desde el punto de vista nutricional, con todos los ingredientes que tiene el jugo de caña. Es la evaporación de jugo y se hace de dos formas diferentes: en sistema cerrado (cuando es para mercado internacional) y en sistema abierto. Los dos proyectos citados tienen varios componentes y uno de ellos es el agrícola.
El presupuesto le asigna RD$10 millones/mes
El director del CEA sostuvo que la mayoría de terrenos que tiene Bienes Nacionales, y las que otorga el Instituto Agrario Dominicano son del CEA. De ahí que este último organismo trabaja en la realización de una “auditoría de posesión”. Domínguez Peña informó que hay más de 15 mil títulos aprobados, aunque en la práctica esos títulos no están, sino solo la aprobación.
Víctor Fernández, director administrativo dijo que el CEA (como consorcio) paga mensualmente RD$46 millones, 0por concepto de nómina, mientras que por vía del ingenio Porvenir paga otros RD$45 millones mensualmente a colonos, compras de caña, pago picadores de caña y otras mano de obra. Los ingresos proceden de unos 817 arrendamiento que tiene y por vía del ingenio Porvenir. “Nosotros tenemos la inmobiliaria más grande de América Latina, porque somos dueños de casi la mitad del país”, dijo Domínguez Peña, en otro punto del diálogo de ayer.
Víctor Fernández, director administrativo dijo que el CEA (como consorcio) paga mensualmente RD$46 millones, 0por concepto de nómina, mientras que por vía del ingenio Porvenir paga otros RD$45 millones mensualmente a colonos, compras de caña, pago picadores de caña y otras mano de obra. Los ingresos proceden de unos 817 arrendamiento que tiene y por vía del ingenio Porvenir. “Nosotros tenemos la inmobiliaria más grande de América Latina, porque somos dueños de casi la mitad del país”, dijo Domínguez Peña, en otro punto del diálogo de ayer.
Hay que evitar que los pequeños sean afectados
Como parte del componente agrícola de los dos proyectos de azúcar de panela de Monte Plata se está preparando suelos y sembrando. Las tierras son de productores privados, dijo el CEA, y se está limitando la cantidad a sembrar por productor para favorecer una mayor parte de personas, de suerte que éstas pongan en actividad tierras que están semi abandonadas y que en el pasado eran aprovechadas.
Para la parte industrial (de la fábrica) se sostienen reuniones para afinar mejor eso. Los aparatos a utilizar serán fabricados a nivel local, para evitar que grandes empresas del azúcar invadan el mercado con el producto (dada su capacidad económica para hacerlo y para usar tecnología costosa). “Tenemos que legislar para eso, para evitar que sean los grandes quienes incursionen en eso y los pequeños vuelvan a quedar sin nada y a desaparecer”, advirtió Ricardo Pérez. En la parte del proceso del producto en República Dominicana no existe la experiencia, pero se busca experiencias de otros países y tomando asesoría técnica.
Para la parte industrial (de la fábrica) se sostienen reuniones para afinar mejor eso. Los aparatos a utilizar serán fabricados a nivel local, para evitar que grandes empresas del azúcar invadan el mercado con el producto (dada su capacidad económica para hacerlo y para usar tecnología costosa). “Tenemos que legislar para eso, para evitar que sean los grandes quienes incursionen en eso y los pequeños vuelvan a quedar sin nada y a desaparecer”, advirtió Ricardo Pérez. En la parte del proceso del producto en República Dominicana no existe la experiencia, pero se busca experiencias de otros países y tomando asesoría técnica.
8% del territorio nacional pertenece a la institución
Cuando se le pregunta a los funcionarios del CEA qué se hace con los terrenos de su propiedad, especialmente, en los que hubo 12 ingenios, la respuesta que ofrece Ricardo Pérez es: “Una parte ha sido arrendada a grandes empresas, entre ellos Grupo Vicini, otros han sido vendidos a pequeños y medianos productores en la zona, que se han dedicado a otras cosas como ganadería y los que tienen vocación agrícola los están empleando en eso. Hay una parte con vocación minera y en ese proceso están y hay gente que se ha ido al campo otra vez a tratar de cultivar productos como chinola y lechosa.
El director del CEA dijo que esa institución es dueña del 8% del territorio nacional (de las tierras). El organismo tiene en títulos unos 2,500 kilómetros cuadrados y todo están invadido por personas. “Nos quedan sin invadir las que están arrendadas, unas 400 mil tareas en Consuelo, Quisqueya, Barahona, las de Montellano y los postreros que tiene el CEAGANA. Después todo lo otro ha sido invadido y en ellos se ha construido o una finca o un barrio”, sostuvo Domínguez Peña.
El director del CEA dijo que esa institución es dueña del 8% del territorio nacional (de las tierras). El organismo tiene en títulos unos 2,500 kilómetros cuadrados y todo están invadido por personas. “Nos quedan sin invadir las que están arrendadas, unas 400 mil tareas en Consuelo, Quisqueya, Barahona, las de Montellano y los postreros que tiene el CEAGANA. Después todo lo otro ha sido invadido y en ellos se ha construido o una finca o un barrio”, sostuvo Domínguez Peña.
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