Halagos mutuos, apoyo incondicional y una larga relación que incluyó varios cargos en el gobierno. Todo eso ha quedado atrás. La relación que por 22 años mantuvo la Fuerza Nacional Progresista (FNP) con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) terminó y ha ocurrido de una manera tan abrupta, que esa organización pasó a ser prácticamente una de sus principales opositoras, tomando en cuenta las declaraciones y acciones de sus principales miembros.
La relación de la FNP con el Gobierno y la organización morada iba más allá de cargos. Ese partido siempre fue clave en los triunfos peledeístas y no solo por el aporte de votos que le hacía, sino también por la elaboración de estrategias políticas y la elaboración de campañas negativas contra los adversarios.
Marino Vinicio Castillo (Vincho) y la FNP, de la cual es presidente, y el PLD sellaron su alianza el 19 de diciembre del 1993 cuando el extinto Juan Bosch era candidato presidencial y Leonel Fernández su compañero de boleta. En ese entonces fueron derrotados por Joaquín Balaguer (PRSC), quien posteriormente se vio precisado a acortar dos años a su período de gobierno, debido a la presión nacional e internacional que lo acusaba de fraude en los comicios contra al también fallecido José Francisco Peña Gómez, candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y quien afirmaba que había ganado esas elecciones.
El rompimiento entre el PLD y la FNP tiene nombre y apellido: las políticas migratorias y la reforma constitucional que abre la puerta para que el actual presidente Danilo Medina pueda quedarse en el poder, hecho que según seguidores ocurrirá, pues alegan que ganaría de una manera “cómoda” en una primera vuelta, debido a su alta popularidad.
Marino Vinicio Castillo (Vincho) y la FNP, de la cual es presidente, y el PLD sellaron su alianza el 19 de diciembre del 1993 cuando el extinto Juan Bosch era candidato presidencial y Leonel Fernández su compañero de boleta. En ese entonces fueron derrotados por Joaquín Balaguer (PRSC), quien posteriormente se vio precisado a acortar dos años a su período de gobierno, debido a la presión nacional e internacional que lo acusaba de fraude en los comicios contra al también fallecido José Francisco Peña Gómez, candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y quien afirmaba que había ganado esas elecciones.
El rompimiento entre el PLD y la FNP tiene nombre y apellido: las políticas migratorias y la reforma constitucional que abre la puerta para que el actual presidente Danilo Medina pueda quedarse en el poder, hecho que según seguidores ocurrirá, pues alegan que ganaría de una manera “cómoda” en una primera vuelta, debido a su alta popularidad.
La ruptura del partido de Vincho se dio primero con el gobierno el 23 de abril de este año, lo que incluyó la renuncia a todos los cargos que ocupaban. Él dejó la Dirección de Ética e Integridad Gubernamental y el puesto de asesor del Poder Ejecutivo en el programa de lucha contra el narcotráfico; su hijo, Pelegrín Castillo, dimitió del Ministerio de Energía y Minas; José Ricardo Taveras, alto dirigente del partido, renunció a la Dirección Nacional de Migración, y Norberto Rondón, de la presidencia del Consejo Nacional de Fronteras.
“La renuncia de los dirigentes del gobierno se produce teniendo como fundamento el ineludible compromiso de la organización con el respeto a la Constitución, que se encuentra hoy amenazada gravemente por una iniciativa motorizada por el gobierno y el Comité Político del PLD tendente a modificarla para reinstaurar la figura de la reelección presidencial sin cumplir con los mandatos del referéndum, que es el único camino legal y constitucional que pudiera viabilizar un proceso de reforma para tales fines”, explicó la FNP en una declaración pública.
Con relación a la alianza que todavía mantenía con el PLD, la FNP la condicionó a “dejarla sin efecto si el proyecto de reforma constitucional propuesto es aprobado en la Asamblea Revisora en violación a la Constitución, sin consulta popular de referéndum”. Y la amenaza fue cumplida el 31 de mayo luego de que el Senado aprobara el proyecto.
El siguiente paso era la Cámara Baja, lo que indicaba que el Gobierno iba en serio e indetenible en su proyecto de reinstaurar la reelección presidencial. La reacción de Vincho Castillo no se hizo esperar y en su programa televisivo “La Respuesta” anunció el rompimiento con su aliado de más de 20 años. ¿Su argumento? Tildó como “un adefesio constitucional”, el acuerdo que firmó el Comité Político del PLD para modificar la Carta Magna. En ese mismo escenario dijo que ese pacto “era lo que más se parece a un acta notarial del golpe de Estado del 1963, que busca pisotear la Constitución de la República Dominicana”.
Con relación a la alianza que todavía mantenía con el PLD, la FNP la condicionó a “dejarla sin efecto si el proyecto de reforma constitucional propuesto es aprobado en la Asamblea Revisora en violación a la Constitución, sin consulta popular de referéndum”. Y la amenaza fue cumplida el 31 de mayo luego de que el Senado aprobara el proyecto.
El siguiente paso era la Cámara Baja, lo que indicaba que el Gobierno iba en serio e indetenible en su proyecto de reinstaurar la reelección presidencial. La reacción de Vincho Castillo no se hizo esperar y en su programa televisivo “La Respuesta” anunció el rompimiento con su aliado de más de 20 años. ¿Su argumento? Tildó como “un adefesio constitucional”, el acuerdo que firmó el Comité Político del PLD para modificar la Carta Magna. En ese mismo escenario dijo que ese pacto “era lo que más se parece a un acta notarial del golpe de Estado del 1963, que busca pisotear la Constitución de la República Dominicana”.
En la ocasión, su hijo Vinicio Castillo Semán dijo que la FNP iba a “trillar” un camino independiente y que estaban considerando la posibilidad de crear un polo patriótico nacional, que agrupara a las personas y organizaciones que luchan por la soberanía nacional. Pero la posición de la FNP, con el legislador a la cabeza, se radicalizó aún más y advirtió que depositarían un recurso de amparo preventivo ante el Tribunal Superior Electoral “ante la inminencia de vulneración de derechos constitucionales de los ciudadanos dominicanos de participar en un referéndum aprobatorio de la reforma constitucional”. Y en la sesión del martes, en la cual se aprobó la convocatoria de Asamblea Revisora para Modificar la Constitución, el legislador llegó al hemiciclo con una propuesta de modificar el proyecto que pedía incluir la figura del referendo, lo que fue rechazado por el pleno. Horas más tarde, el presidente Medina promulgó la ley que convoca la Asamblea. Pero la lucha del diputado no terminó ahí y ese mismo día anunció que sometería un recurso de inconstitucionalidad contra la pieza.
“En las próximas horas estaremos apoderando al Tribunal Constitucional para declarar nula esta ley, que más que una ley del Congreso, es una ley fruto de un pacto de Danilo Medina con Miguel Vargas Maldonado”, expuso al finalizar la sesión y al día siguiente (ayer) lo hicieron.
“¡La compra de la reforma para la reelección ha sido una de las operaciones de corrupción más grande de la historia de RD!”, posteó en su cuenta de Twitter. “Sabíamos que el tiburón de que hablaba Danilo en sus discursos antirreeleccion estaba podrido. Pero no que iba a heder tanto”. El hedor del tiburón podrido que se están comiendo se siente en todos los rincones de la República. Foo, que bajo!”, fueron otros de sus mensajes.
Otro enfrentamiento
Con respecto a la política migratoria asumida por el Poder Ejecutivo en lo relativo al Plan Nacional de Regularización y la Ley de Naturalización, desde un principio fue objetada y denunciada por Vinicio Castillo como un plan para beneficiar a los miles de haitianos que viven en el país de manera irregular. Su acusación era cada día más contundente e incluyó al ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, como el supuesto orquestador del propósito. Sus ataques fueron reiterativos en ese sentido y para ello usó como arma principal su cuenta de Twitter, desde donde no cejaba en enviar todo tipo de mensajes acusatorios contra el funcionario.
Iguales acusaciones hizo contra el encargado de la Dirección de Comunicación de la Presidencia (Dicom), Roberto Rodríguez Marchena, de quien dijo "apadrinab" a Haití en la campaña de descrédito internacional que protagoniza contra el país.
Otro enfrentamiento
Con respecto a la política migratoria asumida por el Poder Ejecutivo en lo relativo al Plan Nacional de Regularización y la Ley de Naturalización, desde un principio fue objetada y denunciada por Vinicio Castillo como un plan para beneficiar a los miles de haitianos que viven en el país de manera irregular. Su acusación era cada día más contundente e incluyó al ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, como el supuesto orquestador del propósito. Sus ataques fueron reiterativos en ese sentido y para ello usó como arma principal su cuenta de Twitter, desde donde no cejaba en enviar todo tipo de mensajes acusatorios contra el funcionario.
Iguales acusaciones hizo contra el encargado de la Dirección de Comunicación de la Presidencia (Dicom), Roberto Rodríguez Marchena, de quien dijo "apadrinab" a Haití en la campaña de descrédito internacional que protagoniza contra el país.
“¡Humillación para RD: Canciller Haití anuncia imposición de protocolo de deportación con sus condiciones, desconociendo los acuerdos vigentes!”, “Y anuncia canciller Navarro va para Puerto Príncipe para completar humillación de RD. Danilo entregando soberanía”. “El pueblo dominicano tendrá obligación de movilizarse. Danilo y Montalvo están entregando al país para Estado binacional”, fueron algunos de los tuits.
En sus ataques, Vinicio Castillo acusó también al Gobierno de orquestar y ejecutar un plan para destruir la figura política del expresidente Fernández, que incluyó la irrupción en el escenario del excapo Quirino Castillo, al igual que la lucha contra la corrupción perpetrada en la Procuraduría contra el senador Félix Bautista, aliado y amigo del exmandatario. Anteriormente lo acusó de designar en el Gobierno a enemigos de Leonel, entre ellos a Hecmilio Galván y a Javier Cabreja
En sus ataques, Vinicio Castillo acusó también al Gobierno de orquestar y ejecutar un plan para destruir la figura política del expresidente Fernández, que incluyó la irrupción en el escenario del excapo Quirino Castillo, al igual que la lucha contra la corrupción perpetrada en la Procuraduría contra el senador Félix Bautista, aliado y amigo del exmandatario. Anteriormente lo acusó de designar en el Gobierno a enemigos de Leonel, entre ellos a Hecmilio Galván y a Javier Cabreja
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