AFP
París
Miles de pasajeros estaban atrapados el domingo en los aeropuertos europeos debido a las nevadas que desorganizaron el tráfico aéreo en el continente, en pleno período de inicio de vacaciones de Navidad.
En el Reino Unido, los viajeros estaban bloqueados en los aeropuertos durante este fin de semana, el más cargado del año, a la espera de que despegaran sus aviones, algo muy hipotético a causa de la nieve y el frío, que llegaron casi a niveles récord.
Solamente algunos aviones despegaban de los dos principales aeropuertos del país, Heathrow y Gatwick, en los alrededores de Londres, que volvieron el domingo a abrirse al tráfico.
Miles de pasajeros en tránsito pasaron la noche en las salas de espera junto a británicos que intentaban tomar un vuelo para ir a ver a sus familiares o dirigirse a destinos más clementes y soleados.
Las autoridades no esperaban un retorno a la normalidad hasta el lunes en momentos en que el Reino está a punto de padecer el mes de diciembre más frío desde 1910. En la noche del sábado al domingo, el mercurio cayó a -19,5 grados celsius en el East Midlands (centro de Inglaterra).
En las carreteras, la circulación era muy difícil, especialmente en Escocia y el norte de Inglaterra. Los transportes por ferrocarrril estaban seriamente afectados, particularmente en el sudeste de Inglaterra, y en el Eurostar -que une al Reino Unido con el continente europeo, donde los trenes tenían retrasos de una hora.
El cierre de Heathrow, primer aeropuerto del mundo en tráfico internacional, tuvo repercusiones en los demás aeropuertos del continente.
Unas 1.500 personas cuyos vuelos con destino a Londres fueron desviados a Bélgica, pasaron la noche en el aeropuerto de Bruselas, donde fueron anulados o retrasados varios vuelos procedentes o con destino a Londres, Amsterdam, Francfort o Paris.Dos Boeing 777 de British Airways procedentes de Estados Unidos se posaron el domingo en el aeropuerto de Reykjavik, debido a la imposibilidad de hacerlo en Londres.
Varios centenares de viajeros, entre los 5.200 que fueron desviados el sábado debido al cierre de Heathrow, pasaron por su lado parte de la noche en el aeropuerto de Roissy, al norte de Paris.
Solamente la mitad de las pistas funcionaba el domingo por la mañana en Roissy, donde los vuelos sufrían retrasos debido a la incesante nevada.
Las autoridades aeroportuarias francesas pidieron a los demás aeropuertos europeos que se abstuvieran de desviar sus vuelos hacia Roissy hasta las 12H00 GMT, para no acentuar el embotellamiento de tráfico.
En el otro aeropuerto parisino de Orly, los vuelos registraban ligeros retrasos.
La mitad de los viajeros desviados hacia Paris fueron alojados en hoteles, los demás en gimnasios cercanos o en el aeropuerto, donde se instalaron colchones.
La Torre Eiffel, monumento emblemático de Paris, estaba cubierta de nieve el domingo y cerrada al público.
En Fráncfort, donde las pistas se abrían de forma alternativa, cerca de 490 vuelos fueron anulados el domingo por la mañana.
Centenares de pasajeros pasaron la noche en el aeropuerto. Lo mismo ocurrió en el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol, donde el tráfico seguía muy perturbado.
En cambio, la situación se normalizaba en Italia, donde el aeropuerto de Pisa, "hub" de varias compañias low-cost, que estuvo cerrado el viernes, volvió a abrir el domingo. Unos 200 pasajeros cuyos vuelos habían sido anulados tuvieron que acampar en el aeropuerto, provistos de mantas.
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