Puerto Príncipe.- Las protestas que la tarde de este miércoles sumaron otros dos muertos y varias decenas de heridos en Cabo Haitiano, 300 kilómetros al Norte de la capital, Puerto Príncipe, generaron un ambiente de ingobernabilidad que amenaza con extenderse a ciudades de otros departamentos.
Mientras, el presidente René Preval llamó a la calma y atribuyó las protestas que también se suceden en Hinche, Mirebalais, a sectores interesados en utilizar el cólera y la frustración de la gente para perturbar el país mediante el bloqueo de caminos y el saqueo de centros comerciales en busca de comida. "Estas personas están tratando de poner a la gente con las autoridades y la MINUSTAH," dijo en un mensaje a la nación.
"Ni la quema de neumáticos o lanzar piedras y botellas, o los disparos de las armas no pueden matar el germen del cólera. Este tipo de problemas se enfrenta con la prevención de los pacientes, la atención de los casos, para lo cual se requiere la atención de las personas que aun están sanas”, dijo Preval.
Las manifestaciones que inicialmente fueron contra la presencia de soldados nepalíes, a quienes se acusa de llevar el cólera a la nación caribeña, también son inspiradas en las celebraciones de la batalla de Vertiere el 18 de noviembre de 1802, en la que las tropas de Jean Jacques Dessalines derrotaron al ejército francés que comandaba Napoleón Bonaparte y ganar la guerra de independencia.
En medio de las tensiones de Cabo Haitiano Preval deberá asistir este jueves a Vertiere, en las proximidades del barrio Saint Filomene, para encabezar las ceremonias de celebración de la fecha patria.
Los cadáveres fueron llevados a la morgue del Hospital Universitario de Justiniano (UHJ), al igual que más de cuatro soldados de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAh) que se encuentran en estado grave.
La tarde de este miércoles en la calle 23 de Cabo Haitiano los pobladores enaldecidos acorralaron a efectivos de la MINUSTAH en un enfrentamiento a tiros, piedras y el encendido de llantas.
El periódico Le Nouvelliste reseñó que los enfrentamientos de los últimos días han contribuido a impedir la distribución de ayuda material crucial para hospitales abarrotados y los campamentos de refugiados por el terremoto del 12 de enero, donde las condiciones sanitarias son deplorables. Esa realidad se constituye en foco de difusión de la enfermedad que se propaga principalmente por el agua contaminada.
En horas de la tarde Mario Andresol, director general de la Policía Nacional de Haití acudió a la ciudad norteña acompañado de los secretarios de Asistencia Social, Paul Antuan, el de Salud Pública, Alex Lassen, el de Asistencia Social, Paul Antuan y el de Medio Ambiente para reunirse con las autoridades locales en el cuartel donde acampan los soldados de Naciones Unidas, ubicado en la calle 24.
La falta de servicios
Las manifestaciones de protesta parten de las precarias condiciones en que viven los haitianos después del terremoto del pasado 12 de enero, donde se estima que 250,000 personas perecieron, agravadas por la inexistencia de agua por las cañerías dispuesta por las autoridades en un intento por controlar el cólera.
En la mayoría de las comunidades es precario el servicio de electricidad, las carreteras están deterioradas y se carece de techos para guarecer a los damnificados del sismo.
En amplios sectores también contribuye al incremento de las protestas el fervor político por las proximidades de las elecciones del próximo 24 de noviembre. Algunos haitianos cuestionan que Preval haya “dilapidado” más de siete millones de dólares en la promoción del candidato presidencial Jude Celesten, su hijastro al que se atribuyen 11 hijos con diez mujeres distintas.
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