Benedicto XVI presidió anoche en la basílica de San Pedro del Vaticano la Vigilia Pascual, en cuya homilía dijo que si el hombre fuese solamente un producto casual de la evolución, “su vida no tendría sentido o sería incluso una molestia de la naturaleza”.
El Pontífice, de 84 años, se refirió a la creación, señaló que la historia que Dios ha fundado abarca desde los orígenes y recordó que la profesión de fe de los cristianos comienza con “Creo en Dios padre todopoderoso creador del cielo y la tierra”.
El Obispo de Roma precisó que si omitimos ese comienzo del Credo, toda la historia de la salvación queda “demasiado reducida y estrecha”.
El Papa subrayó que Dios es el creador, el que puede darnos vida eterna y que en el principio de todas las cosas está el amor y la libertad.
Por primera vez
Por otro lado, Benedicto XVI consoló a una niña japonesa de 7 años, tranquilizó a una madre sobre el alma de su hijo enfermo y aconsejó a una mujer musulmana que el diálogo era el camino hacia la paz en Costa de Marfil.
En un esfuerzo por involucrar al mundo de la internet, el pontífice atendió sus preguntas durante una aparición inusual de Viernes Santo en la televisión estatal italiana. No era un “chat” casual o espontáneo: Siete preguntas fueron seleccionadas entre miles enviadas por medio del sitio en internet de la cadena RAI, y Benedicto grabó sus respuestas la semana pasada.
Parecía un poco tieso, sentado solo en un gran sillón blanco detrás de su escritorio en el interior del Palacio AFP Apostólico mientras un entrevistador invisible le leía las cartas. Sin embargo, el profesor y pastor que Benedicto lleva dentro salieron a flote a medida que contestó las preguntas. Todas trataban sobre el sufrimiento y la muerte de Jesús, que los cristianos recuerdan el Viernes Santo, y su resurrección, que se celebra el Domingo de Pascua.
La primera consulta fue planteada por la niña japonesa Elena, quien preguntó al Papa por qué sentía tanto miedo después de que el terremoto de Japón estremeció su casa y mató a tantos niños. “¿Por qué los niños tienen que estar tan tristes?”, preguntó la niña. “Le pido al Papa, que habla con Dios, que me lo explique”. Hablando simplemente como si Elena estuviera allí, Benedicto respondió que también se preguntaba por qué sufre tanta gente inocente, pero que debía consolarla saber que Jesús también había sufrido.
“Puedes estar segura de que en el mundo, en el universo, hay muchas personas que están contigo, pensando en ti, haciendo lo que pueden para ayudarlos”, dijo Benedicto. “No te preocupes, estamos con ustedes, con todos los niños japoneses que están sufriendo.”
LAS RAZONES PARA UN CAMBIO DE PROGRAMA
Monseñor Paul Tighe, el segundo a cargo en la oficina de comunicación social del Vaticano, dijo que la decisión de que el Papa participara en el acto televisado se derivó de la constatación de que Benedicto debe comprometerse más con el público para asegurarse de que reciban su mensaje.
“Este es un comienzo muy simple de lo que podríamos llamar interactividad”, dijo Tighe en una entrevista reciente. “Es el lanzamiento de algo nuevo para nosotros.” En el pasado, Benedicto XVI ha contestado preguntas preseleccionadas de católicos cuidadosamente escogidos, y las ha respondido en directo en la plaza de San Pedro, como cuando se reúne anualmente con estudiantes universitarios.
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