Al menos 78 personas fallecieron y 130 resultaron heridas al descarrilar anoche en Santiago de Compostela (noroeste) un tren de velocidad alta con 220 pasajeros que cubría la línea Madrid-Ferrol, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG).
Estas fuentes han precisado que, de las 78 víctimas, 73 han sido localizadas en el lugar en la tragedia mientras que otras cuatro han fallecido en los hospitales a los que habían sido trasladadas.
El número de heridos, por otro lado, está aún por determinar, pero ronda las 130 personas, según las mismas fuentes.
Los miembros del operativo que trabajan en el lugar del accidente no descartan localizar más víctimas entre los vagones del convoy siniestrado.
El accidente, el primero registrado en una línea de la red de alta velocidad en España, se produjo poco antes de las nueve de la noche de ayer (19:00 GMT) cuando el tren Alvia descarriló en una curva de las inmediaciones de la estación de Santiago de Compostela.
Las autoridades de esta ciudad de Galicia que hoy celebra la festividad de su santo patrón Santiago y que atrae estos días a numerosos visitantes y peregrinos, han suspendido todas las celebraciones de las fiestas en señal de duelo.
Aunque por el momento se desconocen las causas de la tragedia, fuentes de la investigación indicaron a Efe que una de las primeras hipótesis era el exceso de velocidad.
El Ministerio del Interior descartó poco después de suceder que se trate de un atentado y el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, indicó en el lugar del siniestro que no tenía indicio alguno de que haya sido "una causa externa", aunque no descartó cualquier hipótesis.
Testigos presenciales explicaron a Efe que el convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros vagones descarrilaron, otro intermedio voló sobre un terraplén hasta caer muy cerca de las viviendas, y el resto volcó.
Vecinos de la zona indicaron que el tren iba a una "velocidad normal" para entrar en la estación y que llegaron a escuchar un ruido, previo al descarrilamiento, y acto seguido ya se produjo una gran humareda.
El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, dijo que al menos 60 personas fallecieron en el accidente y ya fueron identificadas, pero advirtió de que el número de fallecidos podría aumentar ya que faltaba por mover algún vagón del tren accidentado.
Este accidente ferroviario es el tercero más grave en la historia de España, después del ocurrido en 1944 cerca de la estación de Torre del Bierzo (noroeste) en el que pudo haber hasta 500 víctimas mortales -aunque la censura oficial lo redujo hasta 78 muertos-, y el de la línea Cádiz-Sevilla en 1972, con 77 muertos.
Además, es el más grave y con mayor número de víctimas mortales de todos los siniestros de tren ocurridos en el mundo en lo que va de 2013, pues supera en número de víctimas a las 47 del tren cargado con hidrocarburos que el 6 de julio explotó en Lac-Megantic (Canadá).
El tren siniestrado es un Alvia, que circula por las mismas vías que los de la red de alta velocidad española, aunque su velocidad es inferior a los "AVE".
Los hospitales de la zona reforzaron los servicios de urgencia para atender a los heridos y el gobierno regional gallego hizo un llamamiento para solicitar al público donaciones de sangre.
Según ha informado la Red Española de Ferrocarriles (Renfe) en una nota de prensa, en el tren viajaban 247 viajeros, además de la tripulación.
Fuentes del Ejecutivo informaron de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está en permanente contacto con la ministra de Fomento, Ana Pastor, que se ha desplazado hasta el lugar del accidente.
Además, y según fuentes de la Casa del Rey, el rey Juan Carlos contactó con las autoridades en cuanto tuvo conocimiento de la tragedia.
El Gobierno de Portugal ofreció a las autoridades españolas la ayuda y cooperación del país vecino.
ALGUNOS PASAJERON SE QUEJARON DE LA VELOCIDAD
Sergio Prego, un pasajero en el tren, dijo a la SER que “el tren iba a una velocidad muy rápida y en la curva se salió de las vías, se volcó. Nosotros fuimos los afortunados que pudimos salir en nuestros propios pies”. “Por supuesto que había víctimas.
Sergio Prego, un pasajero en el tren, dijo a la SER que “el tren iba a una velocidad muy rápida y en la curva se salió de las vías, se volcó. Nosotros fuimos los afortunados que pudimos salir en nuestros propios pies”. “Por supuesto que había víctimas.
No tengo idea, pero deben ser un montón”, dijo. Un fotógrafo en el lugar dijo que vio decenas de lo que parecían ser cadáveres en el momento que los rescatistas los retiraban del lugar. La televisión estatal española mostró imágenes de lo que parecían ser varios cuerpos cubiertos con frazadas junto a las vías y cerca de los vagones dañados.
El fotógrafo, Xabier Martínez, dijo que habló con dos pasajeros heridos, quienes dijeron haber sentido una fuerte vibración antes del descarrilamiento. El accidente se produjo cerca de la estación de Santiago de Compostela, 95 kilómetros (60 millas) al sur de El Ferrol, hacia donde se dirigía el tren. En las escenas televisadas se veían rescatistas atendiendo a la gente.DE EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario