Taipei, 25 nov (EFE).- Taiwán es un emporio tecnológico con liderazgo en la manufactura de muchos productos informáticos y electrónicos, pero su amplia visión económica no la libra de una alarmante proporción de miopes. La miopía es una afección universal, pero en algunos países adquiere proporciones inusuales, como por ejemplo en Taiwán, donde el 70 por ciento de los niños acaban llevando gafas en un momento u otro de su infancia, según datos de la Dirección General de Sanidad. La prevalencia de la miopía en Taiwán no necesita más demostración que un paseo por la calle o una visita a una institución educativa, porque en ambas se observa que son minoría quienes no usan lentes o lentillas.
La isla es también el reino de las ópticas, que casi pueden compararse en ubicuidad con los bares en España.
"Aquí cerca, en un radio de unos cientos de metros tenemos seis ópticas", dice la gerente de una de ellas, la señorita Liu, en Taipei.
A muchos extranjeros les asombra el número de ópticas y algunos aprovechan sus viajes a la isla para comprarse gafas y lentillas, dada la gran variedad de la oferta y lo reducido de los precios, debido al gran volumen de ventas.
"Hay ópticas en cada esquina, es algo increíble", dice Nelly García, una becaria latinoamericana que lleva ya un año estudiando en Taipei.
Un visitante holandés en una óptica isleña dice que las gafas que por su compra ha pagado el 30 por ciento de lo que pagaría en su país y que "el servicio es excelente y todo está listo en unas horas".
Las explicaciones del fenómeno de la prevalente miopía en la isla se centran en factores genéticos y ambientales, sobre todo en las largas horas de aprendizaje de los complicados caracteres chinos y en la irrupción de los juegos de consola y ordenadores.
En la televisión, desde hace tiempo se anuncian hierbas medicinales que combaten o previenen la miopía, y en las consultas se prescriben colirios y suplementos dietéticos, pero las estadísticas no muestran mejoras sensibles.
Algunos expertos, cansados ya de las recetas tradicionales, recomiendan sencillamente que se pasen de dos a tres horas bajo la luz del sol, y evitar estar todo el día bajo luces artificiales.
En Australia y otros países occidentales, donde la proporción de miopes va del 15 al 30 por ciento, se mira con sorpresa la situación en Taiwán, Hong Kong, China, Japón y Corea, con hasta un 90 por ciento de miopes.
"Un estudio genético internacional en más de 13 países ha mostrado que existe un gen clave que favorece la miopía", señala David Mackey, del Lions Eye Institute de Australia, en un artículo académico.
Los factores ambientales también contribuyen a la miopía según los expertos y en Taiwán casi todos coinciden en culpar a las largas horas de estudio en lugares no bien iluminados y al uso de los ordenadores y consolas para juegos.
"La miopía se extiende e intensifica cada vez más, con el uso de los ordenadores", dice a EFE el doctor Lin Chia-lung, que trata estudiantes universitarios en Taipei.
Y algunos estudiantes, como Fátima Chang, estudiante universitaria de español, culpan a las malas condiciones en que estudiaron de sus actuales dioptrías.
Casi un 90 por ciento de los niños taiwaneses van al oftalmólogo y los doctores les piden que pasen menos ratos ante la televisión y los ordenadores, sobre todo en las vacaciones.
"Los niños y adolescentes se encierran con sus juegos y no salen a la calle, durante las vacaciones, y así su vista empeora", señala el doctor Liao Chang-pin, del Centrol Oftalmológico Shu-tien, de Taipei.
Según datos del Ministerio de Educación de Taiwán, el 45 por ciento de los estudiantes de primaria son miopes y la proporción aumenta al 69 por ciento en la enseñanza media, para superar luego el 70 por ciento.
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