Aunque en principios se pudo pensar que la cantidad de aspirantes presidenciales perredeístas sin posibilidades reales que irrumpió en la palestra hace algunos meses declinaría paulatinamente para apoyar al ex presidente Hipólito Mejía, la situación ha sido diferente al producirse en los últimos días algunos casos verdaderamente sorpresivos para la opinión pública.
Y esa presunción, si fue generalizada, no estaba fuera de lugar, si se observa que cuatro de los aspirantes presidenciales con menos posibilidades ganar la convención fijada para marzo, fueron funcionarios del gobierno que encabezó Mejía entre 2000 y 2004.
Sin embargo, sorpresivamente tres de esos aspirantes han declinado en los últimos días para apoyar al presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, como ocurrió este viernes con Máximo Castillo Salas, quien presidió la Cámara de Cuentas impulsado por Mejía.
Castillo Salas es miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, coordinador del Frente de Abogados y ex candidato a diputado en las pasadas elecciones en el municipio Santo Domingo Este. Esta semana también declinó a favor de Vargas el aspirante presidencial Jesús Colón, uno de los abogados que representa al partido en la Junta Central Electoral.
Incluso, la sorpresa es aún mayor cuando se observa que entre quienes han declinado para apoyar a Vargas figura el agronómo Eligio Jáquez, ex secretario de Agricultura en el gobierno de Mejía, y muy vinculado a su persona desde hace 30 años.
Jáquez fue, además, una de las principales figuras del Proyecto Presidencial Hipólito (PPH), corriente interna que impulsó las aspiraciones de Mejía dentro del PRD, y posteriormente su jefe de campaña para los comicios de 2000 cuando alcanzó la Presidencia.
Jáquez también fue jefe de campaña del PRD durante las elecciones congresuales y municipales de 2002 cuando obtuvo 25 de los 31 senadores, así como la mayoría de las diputaciones y alcaldías a nivel nacional.
La estrella de Jáquez continuó brillando en la galaxia Mejía al ser escogido nuevamente jefe de campaña en las elecciones de 2004, cuando el entonces mandatario realizó todo tipo de maniobras para mantenerse en el poder.
En esa ocasión Mejía llegó al extremo de impulsar un muy cuestionado proceso de reforma a la Constitución que le permitió presentarse nuevamente como candidato. Quizá su aplastante derrota, por una diferencia de casi 20 puntos, fue una sorpresa para el propio Mejía y sus más allegados colaboradores.
Pero la estrella de Jáquez se fue apagando subrepticiamente y la opinión pública ni siquiera lo notó cuando lanzó su proyecto presidencial. Su iniciativa se asumió como un globo de ensayo que finalmente se desinflaría para retornar al redil de Mejía anunciando su apoyo en algún acto en el que declinara sus aspiraciones.
No obstante, Jáquez giró inesperadamente 360 grados y, contra todos los pronósticos, la semana pasada declinó sus aspiraciones y anunció su apoyo a Vargas durante un acto en un hotel de la capital.
Secillamente mucha gente ni siquiera lo podía creer. Un hombre como Jáquez, tan vinculado estrechamente a Mejía, declinanado sus aspiraciones para apoyar a Vargas, parecía inaudito algunos días atrás.
No fue sino hasta el día siguiente que Jáquez visitó El Gobierno de la Mañana, de la Z101, y reveló las causas de su distanciamiento de Mejía. Al parecer, y extrañamente, el ex mandatario se desinteresó de su persona y lo que le ofreció fue el cargo de ''obispo'' en su proyecto... y Jáquez declinó, como es lógico.
Empero, Mejía respondió esas declaraciones diciendo que observó a un Jáquez vacilante frente a sus aprestos proselitistas y que cuando se acercó a su proyecto, las principales posiciones estaban ocupadas. El ex secretario de Deportes, César Cedeño, es el jefe de campaña de Mejía.
Díaz después de Jáquez declinar, el profesor Aníbal García Duvergé tambien declinó sus aspiraciones para apoyar a Vargas. Hasta los propios perredeístas quedaron estupefactos.
García Duvergé fue director de la Autoridad Portuaria en el gobierno de Mejía, y también representó la provincia San Cristóbal como senador, con el apoyo de su entonces jefe político.
Los otros dos aspirantes presidenciales sin posibilidades reales en la convención son el economista Luis Abinader y el abogado Guido Gómez Mazara. El primero no ocupó ningún cargo en el gobierno de Mejía, pero el segundo fue consultor jurídico del Poder Ejecutivo.
Sin embargo, no existe ninguna posibilidad inmediata de que Gómez Mazara decline sus aspiraciones para apoyar a Vargas, a quien responsabiliza de su derrota cuando corrió por la Secretaría General del PRD, que ganó finalmente el actual incumbente Orlando Jorge Mera.
Abinader, el tercero de los aspirantes presideciales de mayor fortaleza, tampoco es considerado como una persona cercana a Vargas, y siempre se le observa afanado en procurarse su propio espacio.
Sin embargo, Abinader coincidió con Mejía en la formulación de algunos planteamientos, como la propuesta que presentaron todos los aspirantes a Vargas, en su calidad de presidente del PRD, sobre la integración de la Comisión Organizadora de la Convención, cuando sugirieron que fuese encabezada por Enmanuel Esquea, Milagros Ortiz y Hugo Tolentino.
En los corrillos perredeístas, no obstante, se comenta el supuesto interés de Vargas en ofrecerle la candidatura vicepresidencial a Abinader, en caso de que decline sus aspiraciones.
Lo cierto es que Vargas y Mejía serán finalmente las dos fuerzas mayoritarias con verdaderas posibilidades de salir victoriosos en la convención, ese supuesto no ha variado ni con globos de ensayo, aunque la integración de la comisión que conducirá ese proceso constituye actualmente el punto de discordia entre las diferentes facciones.
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