Monterrey (México), (EFE).- Los ataques de sicarios contra policías en la norteña ciudad mexicana de Monterrey y municipios vecinos, que han dejado en los últimos días cuatro muertos y tres heridos, obligaron a las corporaciones a acuartelar a sus agentes, informaron hoy fuentes oficiales.
Mandos de la Secretaría de Vialidad y Tránsito de Monterrey y del municipio metropolitano de Guadalupe ordenaron a sus agentes no salir a patrullar.
En tanto, en los municipios aledaños de San Nicolás, Apodaca y San Pedro los policías patrullan las calles en convoyes, señalaron voceros de las dependencias.
La noche del viernes, dos oficiales de Tránsito fueron asesinados y dos heridos en un ataque perpetrado en Monterrey, cuyo alcalde, Fernando Larrazabal, anunció este sábado que solicitará mayor presencia de policías federales.
Explicó que los agentes de Tránsito no cuentan con armas para enfrentar a los grupos de la delincuencia organizada.
En días pasados, otros dos agentes del municipio metropolitano de Apodaca fueron asesinados con armas de grueso calibre.
Desde que inició el año, se han registrado más de seis atentados contra corporaciones policiacas en la región, algunos de ellos con artefactos explosivos.
Estos ataques son atribuidos a una unión de cárteles del narcotráfico, quienes aseguran que los policías y agentes de Tránsito asesinados trabajaban para el grupo de los Zetas.
15 CUERPOS DECAPITADOS EN ACAPULCO
La policía mexicana encontró los cuerpos decapitados de 15 hombres de entre 25 y 30 años cerca de un centro comercial de la turística ciudad de Acapulco, según explicó la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
Junto a los cadáveres, informan diversos medios locales, había varios mensajes de advertencia firmados por el cartel de Sinaloa, dirigidos a los grupos que rivalizan con esa organización en el mercado de la droga.
Es la primera matanza que se produce en México en lo que va de año, y el grupo más grande de víctimas decapitadas halladas en el país desde que en 2006 el presidente, Felipe Calderón, lanzara su ofensiva para luchar contra el narcotráfico.
Una llamada alertando sobre un auto incendiado fue lo que llevó a la policía hasta el lugar de los hechos, el aparcamiento del centro comercial Plaza Sendero, a las afueras de Acapulco.
Cuando llegaron hallaron otros cinco carros abandonados y los 15 cuerpos mutilados.
El corresponsal de la BBC en México, Julián Miglierini, indicó que "Acapulco, que se convirtió en un popular destino turístico en las décadas de los setenta y los ochenta, ha sufrido un fuerte incremento de la violencia relacionada con los carteles de la droga".
"A pesar de que el gobierno insiste en que sigue siendo un destino seguro para los turistas, muchos creen que la reputación de la ciudad se ha visto fuertemente dañada por la criminalidad", explicó Miglierini.
30.000 muertos por el narco
En los últimos cuatro años, 30.000 personas han muerto en México por violencia relacionada con el narco.
El presidente Felipe Calderón puso en marcha en 2006 un plan que incluía el despliegue de miles de tropas militares para reducir a los carteles. El gobierno insiste en que eso está ayudando a controlar la violencia.
Sin embargo, voces críticas consideran que esa medida ha llevado a un aumento de la criminalidad sin reducir el tráfico de cocaína y otras drogas con Estados Unidos.
Los grupos de defensa de derechos humanos alertan, por su parte, que el uso del ejército ha expuesto a los civiles a posibles abusos.
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