"En esta petición de urgencia realmente incluimos la prioridad de la prioridad, es decir intervenciones para salvar vidas y prestar ayuda en zonas de guerra", explicó hoy en una rueda de prensa el coordinador humanitario de Naciones Unidas en Libia, Panos Moumtzis.
Desde el inicio del conflicto, más de 800.000 personas han huido de Libia, de las que 300.000 han sido nacionales de este país, además de egipcios, tunecinos e inmigrantes de otros países africanos, principalmente.
Moumtzis sostuvo que la operación de evacuación de Libia ya puede considerarse como la más grande, rápida y efectiva que se haya realizado hasta ahora, aunque anotó que también ha resultado muy costosa.
El representante de la ONU dijo que la preocupación inmediata de la organización es tener acceso humanitario a la parte occidental de Libia, donde reside el 80 por ciento de la población y a la que hasta ahora la ayuda apenas ha llegado.
La asistencia se ha concentrado en las zonas y ciudades controladas por los rebeldes en el oeste, principalmente en torno a Bengasi y, de manera más limitada por los enfrentamientos, en Misrata.
Para abordar las próximas acciones humanitarias de la ONU, Moumtzis se reunirá este fin de semana con altas autoridades del Gobierno libio en Trípoli, con las que negociará las condiciones de seguridad para que la entrada y distribución de la ayuda humanitaria en Trípoli y la región de las montañas del oeste del país.
El personal de la ONU abandonó la capital libia a finales de abril tras un saqueo de sus oficinas.
Para la llegada de la ayuda se negocia con las dos parte del conflicto un cese el fuego temporal, que podría ser de 24 horas o más para que las organizaciones humanitarias puedan llegar a las víctimas del conflicto de manera segura y entregar la asistencia, indicó Moumtzis.
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