El objetivo de “Proponer, diseñar y establecer programas y políticas para el desarrollo competitivo, sostenible y dinámico de la industria nacional”, al parecer, quedó sólo en buenas intenciones en el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (Proindustria).
Dicha institución, según un reporte del director Ángel Rosario Viñas, obtenido por El Informe, cobra por concepto de rentas y cobros de servicios en esos 17 parques, un monto real promedio de RD$54,881,360.22, mientras que dichas instalaciones le cuestan a la entidad RD$42,212,703.67 anualmente. Es decir, a Proindustria le queda un excedente de sólo RD$12,678,666.55, suma que resulta insuficiente para cubrir los RD$105,337,165.80 que requiere la institución cada año para el pago de nómina.
Nómina abultada
Pero a este déficit se agrega una abultada nómina mensual, la cual asciende a 887 empleados, que le cuestan al Estado dominicano RD$12,110,001.15 mensuales. El Gobierno “aporta” RD$3,331,904.00, para un déficit corriente mensual de RD$8,778,097.15.
Pese a esto, la institución cuenta con 20 sub directores, en franca violación al artículo 13 de la ley 392-07, sobre competitividad e Innovación Industrial, que dice: “La Dirección General de Proindustria está conformada por el Director General, un subdirector técnico y unidades técnicas y de coordinación encargadas de ejecutar y/o coordinar las acciones y políticas”.
“Nosotros hemos autorizado a un subdirector, recientemente fue reconfirmado en su puesto el subdirector técnico, pero no hemos conocido de esos demás subdirectores que han sido nombrados por decretos del poder ejecutivo”, aseguró a El Informe Circe Almánza, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana y miembro del consejo directivo de Proindustria.
El Informe pudo comprobar, además, que de los 20 subdirectores, ganando salarios mensuales de RD$97,615.00; RD$94.686.00; RD$75,000.00; RD$60,000.00; RD$50,000.00 y RD$40,000.00, la mayoría de estos ni siquiera asiste a sus puestos de trabajo en Proindustria, como se pudo comprobar cuando se realizaron llamadas y muchos ni siquiera los conocían o las telefonistas admitían que casi nunca o nunca iban a la entidad.
El jefe no da el “ejemplo”
Como si fuera poco, El Informe comprobó que el director de Proindustria, Ángel Rosario Viñas, que junto a Luis José Bonilla Bojos son propietarios de Bojos Leather Ltda., fue uno de los dueños de las 32 empresas de zona franca que solicitaron préstamos avalados por el estado por más de 1,200 millones de pesos y no honraron su deuda.
Incluso, recientemente, se vieron forzados por el Ministerio de Hacienda a realizar un acuerdo de pago, luego de que El Informe denunciara que el Estado había tenido que pagar la deuda a la banca comercial porque los zonas franqueros no pagaron.
Solo la empresa de Rosario Viñas y Bonilla Bojos tomó prestado US$ 4,183,000, equivalente al 12.18% de la deuda total con empresas de zonas francas.
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