La última jornada del grupo A concluyó con el sorprendente pase de Grecia a los cuartos de final tras eliminar a Rusia gracias a un solitario tanto de Giorgos Karagounis, que siguió el ritmo del checo Petr Jiracek, salvador de su equipo con un gol de fe ante la voluntariosa Polonia.
Al final pasó de ronda uno de los menos esperados. Con un punto antes de iniciarse el último partido de la fase de grupos, Grecia tenía un pie y medio fuera de la competición. Necesitaba ganar y esperar resultados favorables en el estadio donde jugaban la República Checa y Polonia.
Los griegos cumplieron con su parte e hicieron lo impensable: echar a la favorita del grupo. Lo logró con un tanto al filo del descanso provocado por un error de Zirkhov que aprovechó Karagounis. Fue todo lo que necesitaba Grecia para sumarse a los cuartos de final.
Hicieron lo que mejor saben hacer, defender. Los hombres de Dick Advocaat dominaron el encuentro, pero chocaron con un fuerte y ordenado cerrojazo que desesperó a Rusia.
Al final, pudieron recibir otro gol, pero el travesaño repelió un disparo de Tzavella, que celebró junto a sus compañeros una clasificación poco imaginable. La Eurocopa se queda sin otra estrella. Tras el adiós del sueco Zlatan Ibrahimovich, hoy se ha despedido Arshavin.
En el otro duelo, los polacos, espoleados por una afición que soñaba con clasificarse para cuartos de final, no pudieron dar una alegría a un país que se ha volcado con ellos hasta extremos asombrosos. Durante once días, el fútbol ha hecho vibrar a Polonia, que ha despedido con orgullo a un equipo con más corazón que talento.
Y eso que en la primera parte del choque decisivo, la selección de Franciszek Smuda dispuso de múltiples oportunidades para cambiar su destino. Hasta cuatro ocasiones claras acabaron en el limbo y eso la República Checa no lo desaprovechó.
En los primeros compases del segundo tiempo, Jiracek, tras una potente cabalgada desde su campo, remató a la red un balón que sirve para otorgar tres puntos vitales a los checos. Éstos aguantaron hasta el final, pero recibieron un gran susto.
Un tanto no clasificaba a Polonia, que necesitaba dos, pero sí les eliminaba. En el último instante, Blaszczykowski pudo fijar el empate en el marcador de Wroclaw, pero un defensa checo, en la línea de gol, evitó la desgracia. Con suspense, la República Checa se apuntó a los cuartos de final de la Eurocopa.
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