VASOVIA, Polonia.- El portavoz del Episcopado polaco, Jozef Koch, elogió el modo en que la Iglesia católica ha afrontado los casos de pederastia y lamentó que el reciente informe de Naciones Unidas al respecto no tenga en cuenta los esfuerzos realizados por el Vaticano.
"En mi opinión no hay otra institución que haya manejado el problema de manera más sistemática" que la Iglesia católica, afirmó el padre Jozef Koch en declaraciones al canal de noticias TVN24.
"Si lees el informe da la impresión de que la Santa Sede no ha hecho absolutamente nada en relación con este asunto, y eso no es cierto", añadió.
El informe del Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño señala que el Vaticano no ha reconocido la magnitud de los delitos cometidos por algunos sacerdotes pederastas y critica "la práctica de trasladar a los delincuentes" a otras parroquias o incluso países, lo que, a su juicio, permite a algunos de ellos reanudar sus actividades en una nueva ubicación.
El comité de Naciones Unidas afirma que el Vaticano "tiene que eliminar a todos los sacerdotes abusadores de niños" del seno de la Iglesia.
Para Koch el uso de la palabra "eliminar" es improcedente, ya que en la iglesia Católica alguien "eliminado" es alguien que deja de ser cristiano, explico.
"Nadie tiene esa facultad porque una persona se convierte a Cristo por el bautismo", señaló, a la vez que se mostró favorable de que "los clérigos culpables de haber cometido abusos graves" sean apartados del sacerdocio.
Las palabras de Koch llegan en un momento en el que la Iglesia católica polaca se enfrenta a reclamaciones sin precedentes en relación con el abuso de menores.
Los casos más destacados incluyen a dos religiosos que han servido en la República Dominicana, entre ellos el ex nuncio apostólico monseñor Jozef Wesolowski, que supone el rango jerárquico más alto de entre los clérigos católicos envueltos en supuestos casos de pederastia hasta la fecha.
Sigue además abierto el proceso civil de demanda contra la iglesia católica polaca, el primero de este tipo que admiten los tribunales de Polonia, promovido por un hombre que asegura haber sufrido abusos de niño por un sacerdote de su parroquia.
El demandante, de 25 años de edad, exige a la Iglesia 47.000 euros por daños y perjuicios en un caso en el que el sacerdote ya fue condenado y cumple una sentencia de cárcel de dos años.
La cúpula de la Iglesia polaca ha pedido perdón a todas las víctimas de abuso de menores, aunque insiste en que no se pagarán daños y perjuicios por los delitos cometidos por clérigos de manera individual.
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