El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, dijo que con la muerte del intelectual Mariano Lebrón Saviñón, la República Dominicana pierde a una personalidad que siempre fue de gran utilidad pública y un referente digno de ser emulado por las presentes y futuras generaciones.
El médico y escritor falleció este sábado en la mañana y sus restos serán expuestos a partir de las 7:00 de la noche de hoy en la Funeraria Blandido de la avenida Abraham Lincoln, de donde partirá el cortejo fúnebre mañana domingo a las 4: de la tarde hacia el Cementerio Cristo Redentor.
Rodríguez en su mensaje definió a Lebrón Saviñón como una persona de profunda formación y consagración académica, de una sabiduría social singular, que le permitía orientar con sencillez al más común de los ciudadanos sobre los más complejos problemas de la vida.
“En cada acción académica, profesional y literaria, don Mariano traducía una elevada sensibilidad poco común y eso lo convirtió en un ser emblemático, admirado, querido y respetado por quienes tuvieron el privilegio de tratarlo, ya sea en las aulas o en los círculos intelectuales y literarios”, expresó el ministro de Cultura.
Recordó que Lebrón Saviñón fue pediatra, y como tal dedicó parte de su vida al servicio público, dirigiendo desde hospitales hasta dispensarios médicos, dejando allí buenas acciones que son referentes para el servidor público de hoy.
Dijo que en el mundo cultural fue de los fundadores de la agrupación la Poesía sorprendida, de la Academia Dominicana de Medicina y del Instituto Duartiano, hechos éstos que hablan de sus compromisos con sus creencias y convicciones.
En Don Mariano, además de su obra de vida, se reconoce la valiosa producción poética y ensayística, la calidad de cada una de sus obras, muy en especial es de estimable valoración su libro Historia de la cultura Dominicana, considerada una de las más ambiciosas en su género en República Dominicana.
El ministro de Cultura expresó que por esos aportes a la sociedad dominicano, Lebrón Saviñón fue objeto de merecidísimo reconocimientos como la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Comendador, el Caonabo de Oro en 1988, otorgado por el Estado Dominicano; el premio Vasconcelos, otorgado por el Frente de Afirmación Hispanista de México (1992), y el Premio Nacional de Literatura (1999), máximo galardón de las letras otorgado en la República Dominicana.
Recordó que Lebrón Saviñón fue el único dominicano en ser el orador del premio Príncipe de Asturias, escogido por el príncipe Felipe de Borbón y Grecia, en reconocimiento a los conocimientos que de la cultura universal era poseedor.
Con motivo del 92 aniversario de su nacimiento en el pasado mes de agosto, el Ministerio de Cultura organizó un acto en el cual poetas, miembros de los talleres literarios, familiares y el propio Ministro de Cultura José Antonio Rodríguez estuvieron presentes. Allí se leyeron y declamaron sus poesías así como se rememoró activa vida literaria, familiar y científica.
Rodríguez exhortó a la sociedad dominicana, en especial a las universidades, escuelas, artistas, escritores e intelectual a tributarle una gran despedida a Mariano Lebrón Saviñón.
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