El jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, defendió ayer el protocolo y el rigor de las investigaciones realizadas por esa institución en el caso del periodista Blas Olivo, asesinado el pasado mes de abril en la provincia Monseñor Nouel.
El oficial policial dijo, en una visita al director de este diario, Miguel Franjul, que hicieron parte de las investigaciones a la familia de Olivo, comunicándoles cada paso dado por los investigadores y las cosas en que se han enfocado para concluir las indagatorias, que aún siguen en pie. La versión de la Policía Nacional es que una banda de sicarios, dirigida por José Miguel Rodríguez Almonte (Job), recluido en la cárcel de Monte Plata, mató al comunicador tras haberlo despojado de su yipeta, lo que no satisfizo del todo a la familia de Olivo y al Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).
Durante la visita de Castro Castillo al director de este periódico, Miguel Franjul, surge una duda: ¿cómo puede dirigir una banda criminal una persona privada de libertad? “Son debilidades del sistema”, responde el jefe policial. “Ese no es un tema exclusivo de la República Dominicana, en otros países también ocurre igual”, comentó.
Una de las razones para que estas cosas ocurran, dice Castro Castillo, es la falta de cárceles de máxima seguridad, donde se clasifican a los reos en función de su peligrosidad para evitar que su incidencia en la sociedad aún en estado de reclusión.
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