SANTO DOMINGO.- Este martes la República Dominicana registrará precipitaciones de lluvias de cierta consideración, lo que vendrá a combatir de manera significativa, por primera vez en mucho tiempo, la situación de la grave sequía que afecta el territorio nacional, lo que ha sido una seria amenaza para toda la agropecuaria y el suministro de agua para consumo humano.
Los aguaceros pronosticados para el próximo martes se producirán como consecuencia de la tormenta Danny, que provocará precipitaciones de lluvias hacia la parte sur del país, según los pronósticos oficiales.
Danny, que de huracán categoría tres degeneró en tormenta tropical, incrementará las precipitaciones sobre el país, esperándose aguaceros, tronadas y ráfagas de viento, informa este domingo la Oficina Nacional de Meteorología.
La situación climática pronosticada se producirá primero sobre la porción oriental del país y luego se extenderá a otras áreas de nuestro nacional.
Sin embargo, Meteorología informa que las temperaturas continuarán bastante calurosas este lunes y el martes, debido a la poca actividad nubosa en gran parte del país que propiciará muchas horas de radiación solar en horas del día.
Todo el país, desesperado y angustiado por la gran sequía, ha estado esperando la ocurrencia de fuertes lluvias que ayuden a combatir la falta de agua, escasez que ha activado la alarma nacional y forzado a cambiar la cotidianidad colectiva.
A consecuencia de que los ríos no reciben lluvias, las presas se han ido vaciando lentamente hasta provocar que el gobierno declare un programa de racionalidad en el suministro de agua, tanto para consumo humano como para la destinada a la producción agropecuaria.
Está la esperanza de que este panorama alarmante por el agotamiento del preciado líquido, comience a cambar con las lluvias pronosticadas para caer sobre el territorio nacional este próximo martes.
En su último emitido este domingo la ONAMET informa que continúa vigilando la tormenta tropical Danny, que al momento de la redacción de esta crónica se localizaba a unos 400 kilómetros al este de Guadalupe, Antillas Menores, con vientos máximos sostenidos de 85 Kph y se movía hacia el oeste a unos 24 kilómetros por hora.
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