“El Cacique” Hatuey De Camps ha muerto. El fallecimiento del emblemático dirigente político, presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), expresidente del histórico Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y abanderado intransigente de la lucha contra la reelección presidencial, deja un vacío enorme en la escena política, de cuyos episodios fue uno de los grandes protagonistas del siglo 20.
Enérgico polemista y defensor acérrimo de sus juicios y posiciones, la historia lo sitúa aferrado al legado político-social del fenecido líder del PRD, José Francisco Peña Gómez, cuyas ideas y proclamas enhestó en todo momento. Hatuey De Camps condujo misiones esenciales y dio seguimiento militante a los esfuerzos de Peña Gómez, de forjar con el PRD una organización cosmopolita, de visión progresista, lo que se materializó por sus posiciones cimeras para América Latina y el mundo de una agrupación como la Internacional Socialista.
Su determinación política vehemente lo condujo a trillar un camino independiente que culminó en este último proceso electoral del 15 de mayo pasado, cuando aspiró a la Presidencia de la República.
De Camps nació el 29 de junio de 1947 en Cotuí, hijo de Miguel A. De Camps y Orfelina Jiménez Jerez. Doctor en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid, España y de Planificación Económica y Desarrollo, en el Instituto para el Desarrollo del Área Iberoamericana.
Históricamente reconocido por las grandes batallas internas que libró en el siempre hirviente PRD, creado al vapor de las luchas democráticas y antitrujillistas y persiguiendo el ideal de justicia social, De Camps Jiménez se convertiría en una de las figuras más representativas de esa fuerza política aglutinadora.
Se destacó por la fogosidad de un carácter de hombre aguerrido, que en abril de 1965 funda el Frente Revolucionario Estudiantil Nacionalista y fue presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED).
Posición
Sobre la reelección presidencial se recuerda que en junio del 2002 había advertido a los congresistas y al gobierno que presidía su entonces compañero de partido Hipólito Mejía que su inclusión en el proyecto de ley de convocatoria a la Asamblea Revisora para la modificación de la Constitución provocaría un frente anti-reeleccionista, en el que su partido jugaría su papel.
Sobre la reelección presidencial se recuerda que en junio del 2002 había advertido a los congresistas y al gobierno que presidía su entonces compañero de partido Hipólito Mejía que su inclusión en el proyecto de ley de convocatoria a la Asamblea Revisora para la modificación de la Constitución provocaría un frente anti-reeleccionista, en el que su partido jugaría su papel.
Sus diferencias con Mejía se habían radicalizado hasta el punto de apuntalar que no era cierto que Hipólito era quien garantizaba la continuidad de esa organización en el poder.
Si bien Hatuey, El Cacique, como lo llamaban en los corrillos internos del PRD, apoyó al hoy fenecido presidente Salvador Jorge Blanco y se enorgullecía diciendo que cuando Juan Bosch abandonó el partido blanco el 18 de noviembre de 1973, José Francisco Peña Gómez lo llamó; de igual modo, en el mandato de Silvestre Antonio Guzmán (1978-82) fue diputado y director provisional de Radio Televisión Dominicana.
“Me siento tranquilo con mi conciencia. Creo haber contribuido a mantener el gobierno democrático de Salvador Jorge Blanco. Entiendo que mi misión estaba cumplida y necesitaba pensar un poco en mi partido y en mis responsabilidades”, dijo en febrero de 1986 al definirse como fruto del PRD y explicar su renuncia del régimen de Jorge Blanco.
“Renuncié para apoyar a Peña Gómez, pero parece que él entendió que debí buscar una forma transaccional” (Hatuey De Camps, polémico, combativo, fiero, entrevista del hoy desaparecido vespertino Última Hora).
En esa oportunidad, el periodista Miguel Franjul publicó en el periódico Hoy, que las conjeturas sobre las motivaciones verdaderas de esa renuncia de De Camps estaban a la orden del día.
“Para unos la renuncia podría ser la consecuencia de problemas entre De Camps y el presidente Jorge y para otros una marcada afirmación de que las llamadas figuras de la tendencia jorgeblanquista, se aprestan a disputar al grupo de Peña los puestos de dirección del PRD para preparar la plataforma de una postulación de Jorge en 1990”.
Esta renuncia como secretario de la Presidencia atizó el fuego incendiario que pocas veces se mantuvo apagado en el tráfago traumático de esa organización política.
En octubre de 1981, De Camps, presidente de la Cámara de Diputados, vivió uno de sus momentos políticos cumbre al pronunciar un discurso de recepción, en la Asamblea Nacional, del entonces vicepresidente de Estados Unidos, George Bush.
“El proceso de integración del Caribe es necesario e inevitable y las medidas proteccionistas adoptadas por Estados Unidos en contra del azúcar importado junto con las políticas de los altos intereses bancarios, constituye la causa más importante en el bajo precio de nuestro azúcar, lo que significa un golpe sin precedente en la economía dominicana”, dijo en defensa de su país, con su espíritu de gallardía.
Sobre el legado político del cacique Hatuey De Camps Jiménez, el escritor Cándido Gerón refiere, en su libro “Hatuey De Camps Jiménez, su legado político”, que se trataba de alguien cuya eficacia de pensamiento en la organización doctrinaria durante los años en que dirigió el Partido Revolucionario Dominicano primó unas filosofía favorable a esa organización.
“Se ocupó, en especial, de fomentar las grandes ideas que le sirvieron de plataforma al doctor José Francisco Peña Gómez” (Página 77).
Episodios difíciles debió vivir De Camps en toda esa hilera histórica que tejió su vida. Casos complicados como el del asesinado banquero Héctor Méndez, ocurrido el 4 de enero de 1989 y que causó muchas vicisitudes, supo confrontarlo, como lo explica en la entrevista que le hiciera Eunice Lluberes, el 11 de agosto de 1986 en el periódico Hoy y donde respondió directamente a la pregunta: ¿Le teme al caso Méndez?, al que ripostó:
“Yo creo que el pueblo dominicano fue testigo ocular de que participé en tres sesiones públicas al país, explicando el caso de Héctor Méndez, que se inscribe como un asesinato que debe ser necesariamente juzgado por las autoridades competentes y que puede haber el interés, como lo ha habido, de involucrar personas cuya única participación en mi caso, fue haber recibido en mi casa a Manuel Herrera, cuñado del señor Méndez. No le tengo absolutamente miedo a nada que no sea a mi conciencia”.
En la ocasión indicó que la única pregunta que habría que hacer es “si en los intentos de presentarme-porque a mí nunca se me acusó, se dijo que unos supuestos primos de Hatuey De Camps habrían participado, de intentar involucrarme, fue porque Hatuey De Camps era era Ministro de la Presidencia o secretario de Estado de la Presidencia.
De Hatuey, al mismo tiempo hay que señalar sus posiciones de defensa al país, como lo recuerda aquella reunión que sostuvo el 2 de noviembre de 1999 con el entonces expresidente Joaquín Balaguer, en su condición de presidente del Partido Revolucionario Dominicano en la que se buscaba arribar a acuerdos sobre temas como el de preservar el patrimonio nacional, la búsqueda de una solución al problema haitiano, entre otros aspectos.
La vida y trayectoria del llamado Cacique fue episódica y con muchas páginas llenas en el gran libro político de la República Dominicana, la mayoría de ellas vinculadas a su partido madre, el Revolucionario Dominicano. Es por ello que luego de su expulsión de esa organización política oxigenó su activismo con la fundación del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD).
Ocurrió luego de más treinta años de vida activa en el partido del buey que más jala, en marzo de 2005, De Camps anunció la creación del PRSD.
Al hacerlo exhortó a los dirigentes de los partidos pequeños a formar un frente amplio para luchar juntos para competir en las elecciones congresionales y municipales del año siguiente.
REACCIONES POR LA MUERTE DEL DIRIGENTE
El presidente Danilo Medina lamentó anoche la muerte del dirigente político.
El presidente Danilo Medina lamentó anoche la muerte del dirigente político.
En su cuenta de Twitter manifestó: “Lamento profundamente la muerte de Hatuey De Camps, destacado político y principal dirigente del Partido Revolucionario Social Demócrata”.
“Envío mis más sinceras condolencias a su esposa Dominique, sus hijos, familiares y relacionados.
Descansa en paz”.
Dijo que Hatuey se destacó siempre por sus firmes convicciones y se convirtió en una figura vital de nuestra historia democrática moderna.
De igual forma, el expresidente de la República, Leonel Fernández, lamentó por la misma vía el fallecimiento de Hatuey De Camps. “Conmovido por el fallecimiento a destiempo de @Hatueydecamps, destacado dirigente político, luchador por la democracia y la justicia social”.
Mientras que el presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Federico Antún Batlle (Quique), también expresó profundo dolor por la noticia del deceso del militante político.
“Lamento profundamente el fallecimiento del Lic. Hatuey De Camps, Dios acoja su alma y a sus familiares fortaleza. Descansa en paz amigo”, manifestó Batlle en las redes sociales.
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