SANTO DOMINGO.- La Iglesia Católica pidió a las autoridades que “pongan fin” al manejo temerario de los conductores de minibuses del transporte público, mejor conocida como “voladoras”.“Creemos que es el momento de frenar tantos atropellos hacia los que tienen que utilizar este medio para llegar a sus centros de trabajo y otros lugares”, afirmó el Arzobispado de Santiago en el editorial del seminario Camino, titulado “Esas voladoras”.
Agrega que “llegó la hora de comenzar a aplicar correctivos para detener esta barbarie de ver a tantas personas que pierden la vida o quedan mutiladas para siempre por culpa de un transporte anacrónico que nos aleja cada vez más de los indicadores de progreso”.
Indica que “los choferes de las famosas voladoras deben comprender que no transitan por el aire, sino por la tierra, y que hay leyes y reglas que deben respetar, evitando así convertir las calles, carreteras y autopistas de nuestro país en escenarios permanentes de tragedias”.
En ese sentido, el Arzobispado de Santiago entiende que las autoridades de la República Dominicana “deben jugar su rol en este problema social”.
Señala que “los choferes de estas guaguas denominadas por el pueblo como voladoras, porque parece que van por los aires, se ven envueltos con mucha frecuencia en accidentes con saldos fatales”.
“Con las imprudencias cometidas por estos conductores se pueden llenar varios tomos de una colección enciclopédica; manejan de forma temeraria y por montar un pasajero hacen todo tipo de maniobras suicidas”, precisa.
Sostiene que “el rebase a alta velocidad es una rutina, exceden la capacidad de pasajeros que permite el vehículo, en muchas ocasiones el cobrador va en la puerta como si fuera un paracaidista y, para completar, muchas de estas guaguas están en pésimas condiciones para transitar, por lo que son un peligro público”.
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