Ya es el tercer día de huelgas en San Francisco de Macorís, provincia Duarte, aunque el panorama luce más tranquilo, hay personas han preferido quedarse en sus viviendas en toque de queda “hasta que se calmen las aguas”.
Varios residentes de la zona hablaron con LISTÍN DIARIO sobre la situación que están viviendo con las manifestaciones por la muerte de Vladimir Lantigua, dirigente del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), los tiroteos y la quema de neumáticos que se han producido en el municipio.
Algunos se sienten atemorizados, porque nunca habían vivido disturbios tan fuertes en la ciudad, pero a pesar de todo esperan que hoy vuelvan las cosas a la normalidad.
“Me siento insegura porque andan encapuchados en las calles, ni siquiera puedo ir a una farmacia a comprar medicamentos”, relató Mariel Guzmán, una joven que ha preferido quedarse esta mañana en su vivienda.
Comentó que al salir a las calles se pueden escuchar vidrios y botellas colapsando, principalmente frente a un centro materno infantil.
“Somos nosotros los que estamos sufriendo, y en este país no hay civismo”, afirmó.
Manifestó que espera que hoy terminen las protestas, porque no aguanta más.
Esta mañana, al despertar, se asombró al escuchar un helicóptero sobrevolando su sector, al menos en cuatro ocasiones.
“Nunca había visto algo así”, dijo la joven.
Guzmán, quien trabaja en un politécnico, dijo que este recinto está cerrado por los días de huelga.
Mientras que Tomasa Ramírez, otra residente de San Francisco de Macorís, expresó que se siente insegura y que hace muchos años no veía una situación parecida en la ciudad.
Aunque el pasado martes se encontraba fuera de la ciudad, ayer al llegar pudo ver escombros y un alto contingente militar.
Ramírez dijo que esta mañana varios bancos comerciales abrieron sus puertas, había algunas personas en las calles, y el ambiente estaba más calmado.
Dijo que aunque la ciudad se ha caracterizado por realizar disturbios, nunca había visto uno tan desastroso.
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