Coincidiendo con la celebración este martes del Día Mundial de la Obesidad, el director de la Unidad de Endoscopia Bariátrica del Hospital Universitario HM Sanchinarro de Madrid, dedicada al tratamiento de la obesidad y el sobrepeso, el doctor Gontrand López-Nava, ha alertado contra el aumento de la discriminación laboral por obesidad que sufren muchos pacientes, que reduce sus oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, entre otras consecuencias.
Tal y como ha explicado el doctor López Nava, las personas que sufren obesidad deben afrontar, además de su situación física y familiar, una discriminación laboral que en muchos casos se suma a su necesidad de cuidados médicos extra.
"En el puesto de trabajo la imagen de la persona es importante. Pesar más de 10 kilos de lo que sería su peso normal está creando en el trabajador un estigma social que perjudica sus relaciones laborales y su carrera profesional", ha afirmado.
Esta recriminación en el entorno laboral se traduce incluso en achacar a estos pacientes su impacto negativo para la rentabilidad de la empresa y en el gasto sanitario que generan a la empresa y al sistema sanitario, ha revelado el doctor. Paralelamente, para estas personas hacer horas extras es un agravante físico más, ha añadido.
Por ejemplo, según afirman los pacientes, los jefes verbalizan exteriormente sus muchas bajas en la empresa.
En general, las personas obesas superan un mes de baja al año como consecuencia de que deben llevar a cabo más pruebas diagnósticas relacionadas con dolores de espalda y musculares, apnea, colesterol, hipertensión, pruebas radiológicas, TACs, páncreas, vesícula o riñones, etc.; además de pedir permisos más frecuentes para realizar sesiones de fisioterapia y rehabilitación.
"La consecuencia de esta discriminación laboral es que muchas personas obesas debido a su peor estado de salud padecen aislamiento en su entorno de trabajo, bajan su autoestima, se abandonan incluso más al ver que les cuesta muchísimo adelgazar", ha añadido.
"Tampoco ayudan los compañeros de trabajo que constantemente recriminan a la persona obesa si come mucho o si no es capaz de seguir una dieta, lo que a su vez provoca más ansiedad que puede derivar en incrementar el peso en otros 20 kilos en un año", ha resaltado el director de la Unidad de Endoscopia Bariátrica del Hospital Universitario HM Sanchinarro de Madrid.
Los trabajadores que más sufren esta discriminación laboral son las mujeres obesas o con sobrepeso, dada la presión social estética que impera en los entornos de trabajo, y su situación se agrava con la menopausia, ha apuntado el doctor, que ha sugerido que los trabajos que precisan estar mucho tiempo de pie también están vetados para las personas obesas que quieran conseguir empleo.
"En todo caso, el problema de obesidad debe ser tratado activamente por el paciente, buscando las soluciones modernas y actuales, como la endoscopia, e incluso, ayudados e incentivados por la empresa. Los procedimientos endoscópicos, sumados al seguimiento nutricional y psicológico, mejoran la calidad de vida tanto laboral como emocional y física", ha asegurado el doctor López-Nava.
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