La Federación Dominicana de Mujeres Social Demócratas (Fedomusde) declaró este martes que 50 años después del asesinato de las hermanas Mirabal, la mujer dominicana vive en un permanente estado de violencia, y la igualdad de género continúa siendo un sueño pendiente de materializar en base a la lucha persistente por los derechos de la mujer.
En rueda de prensa efectuada en la casa nacional del partido blanco, las mujeres perredeístas advirtieron que “la pobreza que persiste en nuestro país y que alcanza a casi la mitad de la población, sigue teniendo rostro de mujer, de madre soltera, y en especial de mujer maltratada, víctima de violencia física, emocional, económica y social”.
La declaración se produce con motivo de conmemorarse mañana jueves el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, dedicado a la memoria de las heroínas dominicanas Patria, María Teresa y Minerva Mirabal, asesinadas durante la tiranía trujillista, hace 50 años.
Dijeron que la condición de pobreza constituye un obstáculo al pleno desarrollo de la mujer y una seria limitación para el avance productivo y democrático de las sociedades, lo que es particularmente acentuado en nuestro país.
La presidenta de Fedomusde, Janet Camilo, quien leyó un documento a nombre de la entidad, citó al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, en su afirmación de que “hasta que no se logre liberar a las mujeres y las niñas de la pobreza y la injusticia, todos nuestros objetivos —la paz, la seguridad, el desarrollo sostenible— correrán peligro”.
El documento de las mujeres del PRD establece que existe una falta de "protección integral" y de "reconocimiento explícito" de los derechos humanos de las mujeres, contenidos en los tratados internacionales, tales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y su Protocolo facultativo, Belem do Para, de los cuales es signatario el estado dominicano.
Afirmaron que pese al crecimiento económico que el país ha registrado durante años, los gobiernos, y especialmente el del PLD, no han tenido voluntad política para implementar políticas públicas que erradiquen la violencia contra la mujer.
“La cotidianidad nos dice que, pese a la promulgación de normas para la prevención y erradicación de la violencia, estas no han redundado en una disminución significativa de casos. Las políticas, programas y servicios estatales de apoyo a las mujeres víctimas de violencia, en sus diferentes manifestaciones son reducidos, no abarcan todo el territorio nacional, están sujetos a los cambios políticos careciendo de continuidad y abarcan sólo algunas manifestaciones de la violencia contra las mujeres”, precisaron.
La atención a las denuncias de agresión es lenta
El documento establece que si bien resulta un avance el hecho de que las mujeres se han empoderado de la decisión de denunciar la violencia de género, las denuncias pocas veces conducen a la sanción del agresor. Los procedimientos para atender casos de violencia sexual y familiar se desarrollan lentamente, las medidas de protección para las víctimas no se dan de manera oportuna y existe un grado de impunidad frente a casos de violencia psicológica y sexual. Las casas de refugio o las casas de acogidas son pocas y carecen de presupuesto que les permita operar con calidad y oportunamente.
Enfatizaron que los feminicidios son la máxima expresión de la violencia contra la mujer y que mientras en la región ya tenemos leyes que sancionan los feminicidios, en nuestro país se producen unos 165 feminicidios al año, más que la tasa promedio de mortalidad materna que ronda por 150 al año. Y aún la tipificación penal del feminicidio es un proyecto que descansa en el ante proyecto de modificación del Código Penal Dominicano.
Puntualizaron que el tema de la violencia contra las mujeres aún no genera un rechazo masivo de la población, seguimos justificándola en nuestro país, en nuestra sociedad. Hace falta voluntad política que entienda que la violencia contra la mujer es un problema de salud pública y derechos humanos, no es el metro ni un elevado que viabiliza el transito, pero es un tema al que el gobierno debe de invertirle recursos económicos pues viabiliza la vida del 52% de la población dominicana, una mujer víctima de violencia es un ser humano condenado a vivir una muerte en vida, el estado que no la ayuda la condena y con ella condena a sus hijos y su familia a la desesperanza de vida.
Expusieron que “necesitamos más campañas de concientización, de educación, que invite a vivir en una cultura de paz, sin violencia”. Creen insuficientes los mecanismos para garantizar el acceso de las mujeres a la justicia, especialmente a las de menores recursos, de zonas rurales y del interior del país.
Al valorar el impacto social de la inequidad, que registra el Informe de Desarrollo Humano del PNUD, correspondiente al presente año, dicen que la violencia golpea a la mujer cuando República Dominicana tiene 109 embarazos por cada mil mujeres de entre 15 y 19 años, lo que la sitúa en el puesto 16 de 136 países, y está en el lugar 55 en relación con la tasa de mortalidad materna, con 150 muertes de mujeres en el embarazo por cada 100.000 nacidos vivos.
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