Milagros Díaz, madre de la fiscal Gissell Odaliza Reyes Díaz, dijo sentirse molesta porque la indagación del crimen de su hija se ha limitado a establecer si la bala que le quitó la vida provino del arma del oficial de la Policía que la acompañaba,el sargento mayor Augusto Luciano Familia.
Díaz, quien fuera regidora del PLD en el municipio de Santo Domingo Este, encuentra extraño que Luciano Familia sea oriundo de San Juan, mientras que uno de los supuestos asaltantes que abordaron a su hija esa noche fue apresado en ese mismo pueblo.
Milagros Díaz se refiere a Juan Carlos Aquino, de 28 años; el otro acusado es Pedro Julio Ortega, de 23 años. el primero fue capturado por miembros de la Policía Nacional, mientras el segundo se entregó de manera voluntaria.
El ministerio público solicitó tres meses de prisión preventiva como medida de coerción contra los implicados en el hecho, por el cual ya al sargento mayor le fue impuesta una coerción de tres meses de cárcel.
El fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra, manifestó que “el Ministerio Público está de luto” por la muerte de la fiscal adscrita al Departamento de Delitos Sexuales de la Unidad de Atención y Violencia de Género.
El funcionario, quien divulgó la hipótesis de que el crimen habría sido “pasional”, encabezó el sábado una misa a la memoria de Reyes Díaz en la parroquia San Antonio de Padua, en Gazcue.
Gissell Odaliza Reyes Díaz salió de su casa la noche del 24 de octubre en compañía del sargento mayor Augusto Luciano Familia, quien es identificado por Milagros Díaz como amigo de su hija, a comprar una pizza en las proximidades de su residencia.
De regreso, la joven fue asesinada en la calle D del residencial Eugenio María de Hostos, próximo a su casa, en un incidente aún sin esclarecer, del cual el principal sospecho es el oficial, ya que la bala que mató a la fiscal adjunta salió del arma de reglamento de Luciano Familia, quien argumentó que ambos fueron abordados por dos atracadores a los cuales disparó para defenderse, pero no admite haberla asesinado ni intencional ni involuntariamente.
El director de Patología Forense, Sergio Sarita Valdez, ha aclarado que la bala que mató a la joven madre entró en su cuerpo de rebote, o sea, que no estaba dirigida a ella; aunque otra versión que circula es que la bala primero chocó con la columna vertebral de la joven antes de alojarse en sus pulmones, por lo que se aplastó, antes de penetrar a ese órgano blando.
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