El Ministerio de Agricultura dijo el viernes que no hay información sobre personas que hayan enfermado por el consumo de esos productos, aunque dispuso que se detenga la comercialización mientras se conocen los resultados de los exámenes efectuados a los animales.
Las autoridades consideran que están contaminadas con dioxinas unas 150.000 toneladas de alimentos para pollos y cerdos en las distintas granjas de toda Alemania.
Las dioxinas están contenidas en las grasas y no deberían estar en los alimentos para los animales.
Debido al problema, Corea del Sur anunció el viernes que ha suspendido en el país, como medida preventiva, la venta de productos de cerdo y aves importados de Alemania. Las autoridades de Gran Bretaña y Holanda, por su parte, dijeron que investigan la magnitud de la contaminación en productos que contienen huevos producidos en Alemania.
Las dioxinas son contaminantes que resultan de manera ordinaria de la combustión industrial y otros procesos químicos. El aumento en la incidencia del cáncer está relacionado con a la exposición a altos niveles de dioxinas.
Las autoridades de Corea del Sur adoptaron las restricciones el miércoles y aclararon que no suponen una prohibición formal de las importaciones, pero las mantendrán en vigencia hasta que se garantice la seguridad para el consumo de los productos de cerdo y pollo de Alemania.
El problema de los alimentos contaminados se suscitó el lunes en Alemania debido a la detección de niveles excesivos de dioxinas en los huevos de gallina producidos en el oeste del país, después se presentaron casos similares en el resto del país. Según la prensa alemana, los animales de crianza recibieron durante meses alimentación contaminada con dioxina hasta que se descubrió el problema.
Los granjeros exigen una compensación por las pérdidas que les ocasionará la situación y calculan que alcanzarán a la semana entre 40 millones y 60 millones de euros (entre 52 millones y 79 millones de dólares)
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