Arroceros pegan el grito al cielo, dicen que pasan las de Caín

santo domingo Los productores de arroz están pasando las de Caín. Escasea el crédito y la venta del producto no tiene salida por las importaciones que realizan el gobierno y particulares, una situación que lleva a la quiebra a las pequeñas y medianas empresas ligadas al sector.

Aunque el criterio pertenece a Mauricio María, presidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz (Fenarroz), también es compartido por los cosecheros Juan Mejía (Pirulo), Elvis Mejia Rosario, Victor Manuel Jiménez y Bienvenido Monegro, quienes acudieron a El gobierno de la Tarde en compañía de Leonardo Faña, un reconocido dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Describieron un panorama sombrío para la producción del cereal en el campo dominicano,

Roberto Familia, definido por los productores como “un perqueño productor igual que nosotros, pero beneficiado del presidente Leonel Fernandez, que está ordeñando la teta”, participó en el debate de la situación del sector arrocero que se produjo en el espacio radial, al igual que María, por medio de una llamada telefónica.

Al inciar su intervención, el presidente de Fenarroz aclaró que en las discusiones que se produjo en la Z 101 “hay intereses”. Agregó que, en cambio “nosotros somos imparciales. Dijo que su intervención se produjo en momentos en que estaba reunido con productores del cereal en Ranchito, La Vega, “preocupados por una sobreproducción de arroz”.

Aclaró que efectivamente ha habido un incremento del área de siembra, “pero también ha entrado arroz importado” que ha inundado el mercado.

Según sus informaciones, se usa el Tratado de Libre Comercio (DR-Cafta) para traer arroz. “Hicimos una carta a Chío (el ministro de Agricultura Salvador Jiménez). Hay arroz importado”, insistió.

María precisó que cuando vienen las campañas electorales “en todos los gobiernos” se dan permisos de importación de arroz “para buscar dinero” con las ganancias.

“El programa de pignoración de arroz tiene ahora mismo un año y medio que no se paga”, se quejó María.

En su opinión, la producción y el comercio de arroz, que produce RD$24 mil millones al año, debe “despolitizarse”, no debe ser politizado.

El Ministro Salvador Jiménez “sabe cuál es mi posición”. No se deben decir las cosas como no son.

Hay sobre oferta, hay incremento de área de cultivo, pero hay importaciones.“Hay las cajas que llegan desde EEUU, las cuales traen entre 25 y 50 kilos de arroz. Eso es inmanejable”, dijo María en relación a los envíos de alimentos que realizan a sus familiares los criollos residentes en Estados Unidos.

María puso el ejemplo del poblado de Las Guáranas, San Francisco de Macorís. “Los martes y los jueves llegan tres y cuatro patanas a Las Guáranas con arroz importado. Eso está ahí. Le hemos planteado al ministro que vaya a Aduana. Ese arroz se vende de manera pública en el país”, agregó.

Ahora bien, agregó María, el arroz que se come en las clases media y media alta, que venden en los supermercados, tiene un componente importado.

A la pregunta de cuánto arroz se produce y la cantidad que se importa, el presidente de Fenarroz dijo que “se ha puesto difícil conseguir la información de cuánto arroz viene importadoy cuánto se produce. Entraron 17,000 toneladas del acuerdo de libre comercio. Se ha puesto difícil conseguir informaciones”.

El color de Familia

Para Familia el panorama del sector arrocero tiene otro color. “Tenemos que tener en cuenta la realidad. Yo les digo que hagamos un recorrido por las factorías”.

En su manera de ver, si ese recorrido inicia en Cotui y termina en Mao o Navarrete se podríapertatar de que en esos sitios “quieren hacer huelgas porque no saben qué hacer con el arroz” por la sobreproducción como señar del bienestar

Familia anunció como resultante de las buenas condiciones que favorecen a los productores de arroz, que en breve tiempo será inaugurado un molino “modernísimo” en la factoría que administra, la Gregorio Luperón.

Al entrar en enfoques politizados, Familia se vanaglorió de sus relaciones con el gobierno. “La factoría de nosotros quien la salvó fue Leonel. Este gobierno pagó al sector arrocero de RD$1,100 millones que dejó elgobierno de Hippolito (Mejía)”.

“Aquí los productores han tumbado los platanales y han sembrado arroz” atraídos por los excelentes resultados de las cosechas del cereal, dijo Familia.

La tesis de la quiebra

Monegro, de su lado, dijo que “cuando entro Hipólito mejoramos 22 de las 28 factorias que teníamos. Y ahora hay tres o cuatro que laboran sólo por servicios...no solo fue la que yo administraba la que quebró, fueron todas”.

“Conocemos a Familia. Le exhortamos que vaya a las zonas y las gerencias del IAD (Instituto Agrario Dominicano), que están inexistentes, destartaladas, sólo con empleados que sólo esperan el 25 para cobrar. Si va a los proyectos se dará cuenta”, dijo otro productor arrocero, Victor Manuel Jiménez.Según sus datos, el gobierno adeuda RD$1,500 millones a los arroceros concepto de pignoración, más otros RD$3,000 millones por otros productos que le han sido vendidos. “A los productores de leche les deben RD$600 millones”, agregó.

De acuerdo con Jiménez, el gobierno adeuda al Banco Agrícola RD$2,900 millones, lo cual opera en condición de quiebra porque su es de RD$5,600 millones.

Los cheles de la navidad

El productor arrocero Elvis Mejía se quejó de que ya era una tradición de que en diciembre el Banco Agrícola adalante un avance de RD$2,000 a los productores para que se ayuden con los gastos de las navidades, con cargo al préstamo de la cosecha de primavera. “Este año no lo hicieron y aun no han hecho el primer desembolso para ningún préstamo y la cosecha ya fue iniciada”, agreg´{o..

De acuerdo con Mejía, de las 22 factorías que habían en el gobierno de Mejía solo quedan las de Mao, Jima Abajo, San Francisco de Macorís y Bonao.

Mejía deploró que hayan sido abandonados Fomento Arrocero, una dependencia de Agricultura que operaba en Bonao, al igualque los proyectos de El Pozo, de Nagua, Aglipo I y Aglipo II) y que la presa de Guaigüi, cuya construcción fue iniciada en el gobierno de Hipólito para controlar las inundaciones del Bajo Yuna, “pero hoy sigue abandonada”.