Advirtió que con esa rebaja no se puede disminuir el pasaje del transporte público porque mantiene precios de los carburantes muy por encima de la realidad del mercado.
“Con esa rebaja no se puede hacer nada porque diez pesos debió bajar el galón de gasolina la semana pasada y ahora 30 y pico de pesos”, sostuvo Pérez Figuereo al participar en el matutino “El Bulevar con Pablo McKinney”, por CDN canal 37.
Igualmente, el dirigente de la CNTU dijo que con Gas Licuado de Petróleo a más de cien pesos el galón, “no es verdad que se puede bajar el pasaje”.
Pérez Figuereo informó que la gubernamental Oficina Metropolitana de Servicios del Transporte (Omsa) recibe 26 pesos de subsidio por cada pasajero que transporta y cobra diez al usuario, y sin embargo “está quebrada; es un cementerio de chatarras”.
Acusó al gobierno de Fernández de convertir la Ley 112-00 “en un mamotreto para engañar” a toda la población, porque no existe transparencia a la hora de fijar los precios de los combustibles.
“Hoy un galón de gasolina debe costar en el país 140 pesos (Premium), la regular 110 pesos, el gasoil no puede pasar de 100 pesos, el GLP 45 pesos… si la ley se respetara y se aplicara correctamente”, apuntó Pérez Figuereo.
Recordó que en el año 2008 el petróleo llegó a 147.50 dólares el barril y “un galón de GLP costaba 65 pesos, un galón de gasoil 135 pesos, un galón de gasolina 205 pesos. ¿Cómo es posible que con petróleo en 80 dólares el barril, el gobierno tenga el galón de gasolina en 230 y pico de pesos?”, cuestionó el dirigente de los transportistas.
Pérez Figuereo informó que la CNTU le ha dicho al gobierno que quite el subsidio y el bonogas y transparente la ley, pues de hacerlo se beneficiaría a los choferes, a los pasajeros y a las amas de casa.
Preguntó cuáles son las 12 variables que dice usa el Ministerio de Industria y Comercio, mientras que nunca ha podido hacer pública la factura de compra. “Ese es el secreto mejor guardado del mundo, nadie sabe a cómo se compra el petróleo en este país”, apuntó el líder de la CNTU.
“Que coloquen en la página Web las doce variables para los precios y que coloquen la factura de compra”, exigió el dirigente de los transportistas.
Asimismo, acusó al gobierno de escamotear los beneficios sociales del acuerdo de Petrocaribe, porque luego de ese convenio “subieron más los combustibles en el país”.
“Hemos ido al Congreso Nacional para que se modifique la ley. Hemos ido a la Suprema Corte de Justicia porque da vergüenza que una ley se pisotee todas las semanas con una resolución. Es un mamotreto para engañar a la gente”, indicó Pérez Figuereo.
Gas natural
Al abordar el tema del gas natural, Pérez Figuereo dijo que la CNTU tiene años buscando que el gobierno impulse la conversión de los vehículos de transporte público a un combustible alternativo, pero no se ha conseguido nada.
Informó que le propusieron al presidente Fernández que 40,000 vehículos fueran convertidos a gas natural, pero el gobierno no se interesó.
Como parte de un proyecto privado, Pérez Figuereo dijo que los choferes de CNTU han convertido 3,800 a gas natural, pero solo se dispone de tres estaciones.
“Aquí nadie está en eso. Nosotros decidimos seguir privadamente” con socios argentinos que fabrican los equipos para instalación de gas natural y actualmente tienen una demanda de 27,000 vehículos que quieren pasar a usar este carburante que es más barato, de mayor rendimiento y es amigable con el medio ambiente.
Dijo que el mayor problema actualmente es que faltan estaciones, pero ellos están haciendo esfuerzos para abrir nuevas en el Cibao, Santo Domingo, el Sur y el Este.
Explicó que en forma privada están financiando el equipo para gas natural que va desde 60,000 pesos el de quinta generación, hasta 40,000 el de tercera generación.
A juicio de Pérez Figuereo, el presidente Fernández “no tiene el menor interés, no nos ha apoyado, pero ven que el proyecto es interesante y ahora todos quieren”.
Caos en el transporte
Cuando se le preguntó cómo se podría poner fin al caos en el tránsito, Pérez Figuereo aseguró que “este país no tiene política de transporte. El país tiene siete instituciones de regulación del transporte”, pero se quiere dejar que prevalezca el caos para favorecer negocios particulares de funcionarios y culpar a los sindicatos.
Reiteró que la solución al embotellamiento del tránsito está en la construcción de tres grandes terminales de autobuses que eviten que ese tipo de transporte entre a la ciudad.
En concreto Pérez Figuereo considera que debe construirse una gran terminar en el kilómetro 22 de la Autopista Duarte para el norte, otro en Haina para el sur y otro más allá del Puente Juan Carlos, en la Autopista de Las Américas para el este, donde confluirían los autobuses que vienen del interior y luego los pasajeros dispondrían de minibuses y taxis opcionales para el movimiento interno en la capital.
Explicó que el caos es tan grave que al lado del Ayuntamiento del Distrito Nacional permanecen más de 300 choferes, pero no disponen de un solo baño.
Igualmente consideró que junto a las grandes terminales que hay que construir se debe impulsar una política que saque los colegios privados de la ciudad, porque son otro factor de caos en el tránsito.
Cuando se le preguntó que cuándo terminarán los enfrentamientos a puño entre choferes que se disputan pasajeros en plena vía, Pérez Figuereo dijo que eso es parte de la carencia de una política de transporte que incluya la educación, pero que es un hecho tan grave como que un agente de la Amet coloque su motocicleta sin placa encima de una acera para poner multas por otras violaciones de la ley.
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