Pese a la gravedad que reviste, las autoridades no han podido controlar esta práctica. Los robos y asaltos a mano armada perpetrados por personas vestidas con chalecos militares, de la Policía o la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), ya dejaron de sorprender a la población.
Hasta los organismos de seguridad del Estado han perdido su capacidad de asombro ante la frecuencia con que delincuentes usan uniformes, gorras, insignias e incluso armas de estricto uso militar o policial.
El artículo 252 de la Constitución establece que “corresponde a las Fuerzas Armadas la custodia, supervisión y control de todas las armas, municiones y demás pertrechos militares, material y equipos de guerra que ingresen al país o que sean producidos por la industria nacional, con las restricciones establecidas en la ley”.
Pero en la práctica este mandato constitucional es letra muerta, debido a que en operativos realizados por la Policía y la DNCD se ocupan con frecuencia vestimentas militares y policiales, incluidas gorras con insignias de oficiales superiores. El último caso de relativa importancia de confiscación de pertrechos militares se produjo a finales de junio pasado, en un allanamiento a la casa de un hombre acusado de narcotráfico, en Boca Chica.
Se dijo que la vivienda intervenida por agentes antinarcóticos es propiedad de Sergio Sepúlveda Pérez. En esta vivienda, además de droga y dinero, la DNCD dijo que halló fusiles y ametralladoras de asalto; dos chamacos de camuflaje militar, botas y sirenas para colocarlas en vehículos.
Las armas de uso militar encontradas en la casa de Sepúlveda Pérez fueron dos fusiles H & H y Stag-15, calibres 5.56, ambos series 72168482 y 97441; dos ametralladoras calibres 9 milímetros marcas Mesa-Az serie SW760 y Keltel, series E2C52. Igualmente, dos escopetas, una Escort serie 051146 y otra Mosber, esta última con la numeración ilegible, ambas calibre 12, y una pistola Taurus 45 serie NPJ32315 y dos Browning 9 milímetros.
El caso más reciente refiere el asalto el pasado sábado a un camión cargado de arroz, interceptado en la autopista Duarte por cinco hombres que se hicieron pasar por policías.
Supuestos policías hieren cuatro
Cuatro personas, incluyendo una estudiante universitaria, fueron heridas por desconocidos armados que se desplazaban en una yipeta y se hacían pasar por agentes policiales, sembrando el terror en la zona norte de San Francisco de Macorís.
Los heridos fueron identificados como Fabio Bidó del Orbe, de 30 años de edad; Orlando Antonio Díaz de la Rosa, de 34; Alejandro Rondón García, de 65, y la universitaria Idany Brito Paula, de 22 años. Díaz de la Rosa recibió cuatro impactos de bala en distintas partes del cuerpo. Bidó recibió dos balazos que obligaron su intervención quirúrgica de emergencia en el hospital regional universitario San Vicente de Paúl.
La joven estudiante universitaria dijo que no pudo ver de dónde salieron los disparos porque fue herida por la espalda mientras entraba a una cafetería en la esquina formada por las calles 3 y Emilio Prud’Homme, del sector Hermanas Mirabal. La Policía informó que sus organismos de inteligencia investigan los hechos.
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