L a embajada de Estados Unidos retiró el pedido de extradición del merenguero urbano José Altagracia Corcino de León (Franklin The Boss, quien era reclamado por ese país por prostitución de menores.
Así lo informó ayer la directora del Departamento de Extradición de la procuraduría, Gissela Cueto González.
De acuerdo a la magistrada, el gobierno norteamericano archivó de manera administrativa el expediente contra Franklin The Boss. En torno al caso guardan prisión la madre del artista y un hermano.
Cueto González explicó que le informó al acusado, quien está recluido en el pabellón de extraditables en la cárcel de Najayo, de la decisión del gobierno estadounidense, por lo que en las próximas horas será puesto en libertad.
El retiro de la acusación fue notificado a los jueces de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), quienes tenían el proceso pendiente de conocimiento, ya que había sido aplazado por nueve ocasiones.
Los entonces jueces de la Cámara Penal habían dictado orden de arresto en su contra, luego que la embajada vía Cancillería les notificara la solicitud de extradición.
Fue en el 2003 cuando se registraron los hechos por los que se pedía la extradición, marcada con el número 14, del 11 de septiembre de 2003.
Oficiales del Departamento Policial de Angier, en Carolina del Norte, localizaron a una niña de 14 años que se había escapado y la entregaron a oficiales del Centro de Seguridad Pública del Condado de Wake.
En entrevista posterior la joven supuestamente habría declarado que luego de que ella se escapara de su casa, una mujer hispana la abordó y le preguntó si ella necesitaba un trabajo, el cual aceptó, pero que no sabía de qué se trataba.
LA TESTIGO DEL CASO EN ESTADOS UNIDOS
La joven identificó al coacusado Valente Chávez Sánchez (Sánchez Chávez), a una mujer conocida como “Maritza”, que luego fue identificada como la coacusada Melania Corcino y a un hombre que ella supuestamente conoció como “Franklin The Boss”.
Se habría presumido que ellos eran las personas que alegadamente transportaban a las muchachas desde Nueva York y entre las casas colectaban el dinero y le pagaban a las chicas.
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