EFE
Washington.- Aaron Alexis, señalado por el FBI como el presunto autor del ataque de este lunes contra un complejo de la Marina en Washington que dejó al menos 13 muertos, era un tipo solitario y con un pasado violento que le valió su expulsión de la Marina en 2011.
Alexis, de 34 años, un contratista militar de Texas, figura entre los muertos de la matanza en las instalaciones de la Marina, a casi un kilómetro del Capitolio y a menos de seis kilómetros de la Casa Blanca, en una de las zonas más acorazadas de la capital estadounidense.
Una fuente policial dijo a la cadena por cable CNN que Alexis estaba armado con un rifle semi-automático AR-15, un segundo rifle, y una pistola semi-automática Glock cuando falleció en el tiroteo, que el presidente Barack Obama calificó hoy con "un acto cobarde".
Al parecer, Alexis, de raza negra, no frecuentaba las redes sociales como Facebook, YouTube o Twitter y, de lo poco que sale a la luz a cuentagotas sobre él, se sabe que tuvo problemas con la ley en 2010 debido a que disparó un arma.
El 4 de septiembre de 2010, Alexis fue acusado en conexión con un tiroteo en su complejo residencial en Oak Hill Circle, donde presuntamente disparó al techo de su apartamento y hacia el de una vecina que, días antes, lo había confrontado en el estacionamiento por hacer mucho ruido.
El documento de la policía de Fort Worth (Texas) recoge el testimonio de la mujer, quien dijo sentirse "aterrorizada" por Alexis desde esa confrontación y consideró que el disparo no fue accidental, como alegó el acusado.
Alexis era miembro de las reservas de la fuerza naval en Fort Worth entre 2007 y 2011, donde trabajaba en varios sistemas de ingeniería eléctrica en equipos de aviación.
No tenía experiencia en combate ni había sido desplegado al exterior. La Marina lo expulsó en enero de 2011 a raíz del incidente el año anterior en su apartamento.
Una fuente anónima de la Marina dijo al diario Los Angeles Times que Alexis "presentaba un patrón de mala conducta" y fue expulsado tras varias infracciones disciplinarias en 2011.
En mayo de 2004, la policía de Seattle (Washington) arrestó a Alexis porque este disparó contra los neumáticos del vehículo de un trabajador de construcción y, según confesó, lo hizo tras un ataque de rabia, aunque argumentó que no recordaba el incidente hasta una hora después.
Alexis también dijo entonces a la policía que estuvo presente durante "los trágicos atentados del 11-S" y que estos lo habían "trastornado".
Su padre dijo algunas vez a los detectives que Alexis padecía de un trastorno de estrés postraumático (PTSD, en inglés), lo que le causaba problemas de temperamento, y que este participó en las tareas de rescate tras el 11-S.
Un converso al budismo, Alexis se inscribió en julio de 2012 en la universidad de aeronáutica Embry-Riddle, que ofrece cursos por internet en aviación y asuntos aeroespaciales, según confirmó la universidad.
Michael Ritrovato, un amigo suyo, dijo a CNN que Alexis era una persona "amable" y nunca mostró señales de violencia o agresividad, aunque sí pasaba mucho tiempo jugando vídeos de tiro en internet.
Este año, Alexis había trabajado como técnico de computación para la empresa The Experts, subcontratista de Hewlett-Packard, y aparentemente tenía acceso al complejo de la Marina y otras instalaciones militares.
Según Thomas Hosko, principal ejecutivo de The Experts, Alexis pasó una revisión de antecedentes y su permiso de acceso privilegiado había sido renovado en julio pasado por las autoridades.
"Nadie pudo haber hecho nada para prevenir esto excepto Aaron Alexis. Quizá se le cruzaron los cables, no lo sé; simplemente es el el incidente más desafortunado que he visto en toda mi carrera", se lamentó Hoshko en declaraciones al Washington Post.
Alexis trabajaba como subcontratista de Hewlett-Packard para actualizar los sistemas de computadoras en las instalaciones de la Marina y del Cuerpo de la Marina en todo el mundo.
Michael Thacker, director de relaciones corporativas de Hewlett Packard, emitió un comunicado en el que expresó condolencias para las víctimas y sus familiares y aseguró que la empresa "está cooperando plenamente con las autoridades policiales, como se le ha pedido".
Por ahora, las autoridades federales no han establecido el motivo del crimen, pero tampoco creen que se trata de un acto terrorista.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que intenta descartar la posibilidad de un segundo sospechoso, ha pedido la colaboración del público para analizar las acciones de Alexis antes del tiroteo y ha colgado sus fotos en su página web.DE EFE
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