SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, SANTIAGO.- Este 24 de abril marca el 49 aniversario de la revolución del 1965, cuando un grupo de militares junto al ¡pueblo tomaron las armas y se lanzaron a las calles a demandar la reposición del presidente Juan Bosch y Gaviño, que había sido derrocado por un golpe militar en el 1963.
El acontecimiento también es llamado como la revuelta de abril y, se considera un movimiento cívico-militar que se caracterizó por la participación activa, militante y armada de las masas populares, con la finalidad de volver al gobierno legítimo y constitucional de Bosch electo de manera libérrima en comicios celebrados en el año 1962.
Sociólogos resaltan que, uno de los elementos de mayor importancia que se reconoce de esta gesta del país, es que se produjo una alianza de clases, ente sectores de la burguesía urbana y amplios sectores de los trabajadores y obreros que caminaron el mismo objetivo.
Señalan que, fue una revolución democrática, en el sentido de que la misma no perseguía, como argumentaron en ese entonces quienes gobernaban a los Estados Unidos de Norteamérica, establecer un régimen socialista o comunista en el país.
Con ese pretexto, los norteamericanos, acuñando además, el de salvar vidas y propiedades de estadounidenses residentes en el país, fue que justificaron la odiosa segunda intervención del suelo dominicano.
Aún así, los grandes actores fueron los dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), cuyo líder era Bosch, también otro protagonismo jugaron las organizaciones de izquierda, como el 14 de Junio, el Partido Comunista Dominicano (PCD), el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y, otros grupos.
Mientras que, el control militar de la misma estaba en manos principalmente de los militares y oficiales a cuya cabeza se encontraba el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Cabe precisar que, con aislados conatos en otras partes de la nación, la revolución de abril se concentró en la capital dominicana, no se expandió hacia los pueblos del interior, por lo que muchos revolucionarios y personas simpatizantes del gobierno de Bosch, llegaron a la capital para integrarse a la lucha por la reinstalación de su Mandatario.
Hay que hacer constar que, en l962 ganó las elecciones el profesor Juan Bosch y Gaviño, las primeras que se realizaban luego de la caída de la dictadura de 31 años de Rafael Leonidas Trujillo Molina en l960.
Bosch asumió el gobierno en febrero del l963 y, siete meses después fue derrocado por las Fuerzas Armadas controlada por el general Elías Wessín y Wessín.
Desde ahí, el país vivió dos años de inestabilidad política, cuando Bosch y sus colaboradores más cercanos se fueron al exilio y en el año l965 estalló la revolución de abril en reclamo del respeto a la constitución.
El ¡grito! revolucionario comienza en el Distrito Nacional (capital), con una proclama radial del entonces secretario general del –PRD-, José Francisco Peña Gómez, donde el control de la situación lo tenían los constitucionalistas dominicanos, hasta que el 28 de abril de ese mismo año desembarcaron en playas dominicanas 42 mil marines, con lo que se materializaba la segunda intervención a tierras dominicanas de la nación del norte.
Como era de esperarse, la confrontación se convirtió en un verdadero baño de sangre mayormente en perjuicio despueblo casi indefenso y, fue detenida con la firma de un acuerdo para la conformación de un gobierno provisional que, luego degeneraría en un triunvirato presidido por Donald Reid Cabral.
Con la finalidad de preservar sus vidas, la mayoría de los constitucionalistas emigraron del país, muchos de los cuales luego regresaron en invasiones al frente de grupos de dominicanos y extranjeros.
Después de la revolución, las primeras elecciones se realizaron en el año l966, ganándola el doctor Joaquín Balaguer, iniciando un período de 12 años que, pausando del en 1978 – ’86, cuando regresó por otros 10 años.
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