Dar de mamar a la cría es un acto primigenio que todo animal mamífero realiza de forma natural y sin esfuerzo. ¿Entonces por qué tantas trabas en el ser humano para dar el pecho cuando se ha demostrado científicamente que es lo mejor tanto para la madre como para el niño o niña?
“No creo que sea que las madres no quieren lactar”, dice Clavel Sánchez, coordinadora de la Comisión Nacional de Lactancia Materna del Ministerio de Salud Pública.
“Yo estoy segura de que toda madre quiere lo mejor para su bebé, lo que necesitan es información y apoyo para decidir hacerlo y para hacerlo bien”, añade la médico salubrista.
Aunque amamantar beneficia a muchos niveles, sus ventajas centrales recaen sobre la salud materna e infantil. Un acto tan simple como poner al niño al pecho durante las primeras horas del nacimiento y permitirle contacto piel con piel con su madre evita posibles complicaciones de salud en ambos y garantiza, a futuro, un ser humano más sano.
“La lactancia materna es lo normal, es la alimentación natural del bebé, pero seguimos encontrando muchos obstáculos para que se dé, por eso tenemos que insistir hasta que el bebé reciba lo que merece”, dice Yanet Olivares, certificada en Lactancia Materna, líder y consultora de la Liga de la Leche en República Dominicana.
Lamentablemente, según datos de la Comisión Nacional de Lactancia, en República Dominicana 83% de las madres prefiere dar un biberón a su hijo o hija, aun cuando “el biberón es vehículo de contaminación fecal, trae muchas consecuencias negativas para la salud e interfiere con la alimentación natural”, advierte Sánchez.
Leche materna: alimento vivo
Dar el seno es gratis, es higiénico, permite al recién nacido obtener la cantidad adecuada de leche en cada toma, con la temperatura correcta y la cantidad exacta de nutrientes que necesita para su desarrollo en cada etapa. Es el alimento perfecto, insustituible y para colmo brindarlo fomenta un vínculo emocional irrompible entre una madre y su vástago.
La leche materna es además el único alimento que se modifica según las necesidades del bebé humano. La primera leche que sale del seno contiene más agua, para saciar la sed, y la última tiene más grasa para alimentar al niño. “Por eso se debe vaciar el pecho en cada toma”, señala Clavel Sánchez, coordinadora de la Comisión Nacional de Lactancia Materna del Ministerio de Salud Pública.
Yanet Olivares, consultora y líder de la Liga de la Leche en República Dominicana, añade: “La leche materna es un alimento vivo, que contiene el nivel de acidez adecuado para el bebé y componentes inmunológicos, anticuerpos, factores de crecimiento, hormonas, factores anticancerígenos y antialérgicos. Solo para el desarrollo cerebral adecuado de un niño se requieren más de 200 componentes y ninguna fórmula puede ofrecer eso”. Además hay que decir que la leche materna no caduca, sino que cambia para satisfacer las necesidades el bebé en cada etapa.
Sánchez comenta que un niño amamantado tiene menos riesgos de padecer desnutrición, pero también de ser hipertenso, desarrollar obesidad o incluso, según estudios recientes, de demostrar comportamiento antisocial. Y es que lactar no es solo alimentar con leche. Hay un trasfondo emocional, una relación de apego mamá-bebé que no puede ocurrir con el biberón.
“Cuando se lacta hay un juego hormonal que se da que no puede crearse artificialmente. Hay un despliegue de hormonas como la oxitocina y la prolactina, y otras hormonas, entre ellas una que relaja los intestinos del bebé”, señala Olivares. Por eso, añade, se recomienda que cada vez que la madre esté presente poner al bebé al pecho, y solo darle leche extraída en el seno en su ausencia.
Ventajas para mamá
“Amamantar es sembrar para el futuro. Sabemos que fácil no es, pero vale la pena realizar la inversión de tiempo y el esfuerzo dedicado a ello”, indica Sánchez. Y más cuando múltiples estudios confirman las muchas ventajas de dar de mamar para las mujeres.
“Amamantar es sembrar para el futuro. Sabemos que fácil no es, pero vale la pena realizar la inversión de tiempo y el esfuerzo dedicado a ello”, indica Sánchez. Y más cuando múltiples estudios confirman las muchas ventajas de dar de mamar para las mujeres.
Se ha comprobado que dar el pecho previene el cáncer de mama premenopáusico, así como otros cánceres femeninos, entre ellos el de útero, ovarios y endometrio. Además está asociado a una disminución en la pérdida de sangre postparto y de la osteoporosis y, por si fuera poco, se asocia a la reducción de embarazos frecuentes.
“Durante el embarazo el cuerpo se prepara almacenando grasas, nutrientes para el bebé. Después de parir la madre va quemando esas calorías a diario. Con la lactancia quema unas 500 calorías diarias sencillamente sentada en su mecedora o acostada”, dice Olivares. A lo que Clavel Sánchez añade que lactar embellece a la mujer por la cantidad de hormonas que libera.
Aclara que mitos como que los senos se caen a causa de lactar deben ir desapareciendo. “Esto no es cierto, y las chicas jóvenes deben saberlo. Lo que ocurre es que durante el embarazo los ligamentos van perdiendo firmeza, además también hay factores genéticos predisponentes, pero no es por dar el pecho”, comenta la funcionaria.
Con voluntad, información y apoyo toda madre puede dar el pecho a su hijo. “Las mujeres somos responsables en esta sociedad de traer al mundo seres de calidad, pero muchas tenemos el doble rol de producir y reproducir y hay que saber manejarse”, señala Sánchez. Lo primero es que la mujer tiene derecho a tomar su descanso pre y posnatal así como sus vacaciones para amamantar al bebé. “Eso nos da unos cuatro meses si lo sumamos, pero luego, la integración al trabajo suele interferir con la lactancia exclusiva”, añade.
Para evitarlo desde la Comisión Nacional de Lactancia se lucha por la creación de Salas amigas de la lactancia en el entorno laboral. “Según la ley de trabajo cada mujer tiene derecho, en cada jornada laboral, a 3 descansos de por lo menos 20 minutos para ordeñarse leche, eso garantiza la producción para que el bebé pueda seguir mamando del seno, pero hacen falta las condiciones de ese espacio, de inversión y requerimientos mínimos”, detalla.
De su lado, Yanet Olivares comenta que por situaciones sencillas como el mal posicionamiento del bebé al pecho, que causa mucho dolor y grietas en el pezón, se puede dañar un inicio exitoso de la lactancia. Por eso es importante el acceso a consultoría. En su opinión para que la lactancia se instaure adecuadamente hace falta apoyo en estos 4 factores:
1 Cuidar la nutrición durante el embarazo, tomar ácido fólico y las vitaminas que indique el ginecólogo. Esto, además de una buena reserva nutricional, garantiza que la mujer llegue lo más cerca posible a su fecha de parto (previene partos prematuros).
2 Al nacer el bebé es preciso esperar un minuto que el cordón umbilical deje de latir, pues la sangre que está allí es de el bebé y garantiza su reserva de hierro.
3 Una vez nace el bebé se debe poner al pecho pronto y frecuente. El cuarto paso que deben cumplir los Hospitales Amigos del Niño, según UNICEF, es permitir que la primera hora después del nacimiento sea de contacto piel a piel entre madre e hijo.
4 Hay que favorecer el alojamiento conjunto. El bebé necesita comer día y noche y lo más lógico es que permanezca con su madre, de modo que no se tome la separación como excusa para darle fórmula en el cunero.
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