SANTIAGO. Fueron sepultados hoy en el cementerio de la calle 30 de Marzo de esta ciudad los restos de la exprimera dama de la República, doña Renée Klang de Guzmán, quien falleció ayer a los 98 años.
Klang de Gúzman, estaba aquejada de salud desde hace varios meses con complicaciones pulmonares de origen cardíaco y sangrado intestinal, problemas que la llevaron a estar ingresada en el citado centro de salud en varias ocasiones, siendo la última el pasado domingo debido a una embolia en la pierna derecha que se le complicó.
El sepelio se realizó tras una misa de cuerpo presente donde asistió la vicepresidenta de la República Margarita Cedeño de Fernández, oficiada por el arzobispo de la arquidiócesis de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, en la Catedral Santiago Apóstol de aquí.
La vida de Renée.
Klang de Guzmán nació el 30 de noviembre del 1916 en Venezuela, de padre francés y madre brasileña. Llegó a los 14 años a la República Dominicana a residir con su familia en la ciudad de Santiago, donde pasó la mayor parte de su vida.
Se casó con el entonces agricultor Antonio Guzmán Fernández, el 28 de octubre de 1939, con quien procreó a Iván (fallecido) y Sonia, quien le sobrevive. Se convirtió en primera dama luego de que su esposo fuera electo Presidente de la República Dominicana para el período 1978-1982, posición que le dio la oportunidad de dedicarse a obras de bien social.
Se destacó por ser la fundadora y presidenta del Consejo Nacional para la Niñez (CONANI), instituido el 23 de noviembre de 1978, con el objetivo de brindar servicios a los menores desamparados.
En su labor altruista se le recuerda por organizar un grupo de voluntarios para repartir medicamentos y comidas a los afectados por el ciclón David, fenómeno que afectó al país en 1979. Dentro de sus funciones además logró pactar un acuerdo con la Organización Internacional S.O.S Kinderdorf, a fin de crear lo que luego se llamarían Aldeas Infantiles S.O.S., la que también se dedicará a brindar atención a los niños huérfanos.
Tras la muerte de su esposo, la madrugada del domingo 4 de julio de 1982 en el Palacio Nacional, faltando 43 días para terminar su mandato, retornó a Santiago, desde donde continuó trabajando como voluntaria del CONANI. Allí ocupó la vicepresidencia del Albergue Infantil Santiago Apóstol por más de 40 años, fue miembro de la Asociación Cristiana de Jóvenes, del Voluntariado para la Custodia de Bienes Culturales de Santiago, y socia de honor de la Mesa Redonda Panamericana.
Doña Renée tenía una convicción cristiana, estuvo en la entronización del Papa Juan Pablo I y Juan Pablo II en El Vaticano. Persona afable y de fino trato, que se ganó el cariño y el reconocimiento de los diferentes sectores de la sociedad dominicana, en especial de Santiago, donde la consideraban como hija adoptiva.
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