lunes, 22 de enero de 2018

Día de la Altagracia El obispo Peña aboga por respeto a la vida EL PRELADO REFIRIÓ QUE SE DEBE EVITAR EL IRRESPETO A LAS PERSONAS


El ambiente en el interior de la basílica sirvió para un encuentro y un saludo de Medina y Abinader, que si bien no estaba en el programa, fue oportuno y acorde con el pedido del obispo Nicanor Peña Rodríguez, quien hizo un llamado a la unidad de los dominicanos.                                                                             Higüey
El presidente Danilo Medina asistió a la misa solemne con motivo del Día de la Virgen de la Altagracia, en la que el obispo de la diócesis de Higüey, Nicanor Peña Rodríguez, abogó por los pobres, los ancianos, la niñez desprotegida, la juventud descarriada por falta de oportunidades, los hogares destruidos y el respeto por la vida de las personas.
Durante la homilía en la basílica, con la presencia de la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, el religioso enfatizó que la iglesia como la Virgen María, “está llamada a tener una actitud de acogida para todos, especialmente con los pobres y todos los que sufren en nuestra patria”.
Refirió que se debe evitar el irrespeto a la vida de las personas, tanto en lo que se refiere al crimen callejero, como a los que se les priva la vida antes de nacer; una reiteración a la consabida posición de la iglesia en contra del aborto. El obispo Peña Rodríguez también expresó que María quiere que todos los dominicanos vivamos unidos por medio del lenguaje de la fe, de los signos y de los ritos sagrados, constituyendo una fuerza del amor en el sentido de la dominicanidad. Santiago Rodríguez fue el Obispo concelebrante.
Al citar las palabras del primer obispo de la diócesis de La Altagracia, Juan Félix Pepén, dijo que: “Si por un imposible, el pueblo dominicano dejara de amar a la Virgen de la Altagracia, dejaría, estamos seguros, de ser independientes y soberanos”.El religioso dijo, en el templo repleto de feligreses, que “la devoción a la Virgen de la Altagracia, es nuestra mayor garantía de supervivencia como nación y que así lo ha demostrado la historia”.
El jefe de Estado llegó acompañado de su esposa, la primera dama Cándida Montilla de Medina, a las 9:45 de la mañana, siendo recibido con una salva de 21 cañonazos como parte de los honores de estilo.
El mandatario fue saludado por el senador Amable Aristy Castro, el gobernador Ramón Güílamo Alfonso y el rector de la basílica, Evaristo Areché. Asistieron José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia; Gonzalo Castillo, de Obras Públicas; Altagracia Guzmán Marcelino, de Salud Pública; Francisco Pagán, director de la OISOE; el director de la Policía, Neit Aldrín Bautista; el empresario Frank Rainieri, Milton Ray Guevara, presidente del Tribunal Constitucional; Ramón Menéndez, del Central Romana, y Melba Segura de Grullón, esposa de Alejandro Grullón, presidente del Patronato de la Basílica, entre otros.
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MEDINA Y ABINADER SE SALUDAN Y CONVERSAN

El saludo de la paz, en medio de la misa concelebrada con motivo del Día de la Altagracia, sirvió para un emotivo saludo y una corta y amena conversación entre el presidente Medina y el dirigente Luis Abinader, ambos acompañados de sus respectivas esposas. El momento no pudo ser más propicio, para limar las asperezas y dejar claro que, a pesar de la política, hay tiempo para la reconciliación y el perdón, en medio del llamado a la unidad que promovió en la homilía el obispo Peña Rodríguez en la basílica Nuestra Señora de la Altagracia. El excandidato del PRM se paró de su asiento, pidió permiso para levantar el cerco de seguridad y cruzar a uno de los laterales, donde se encontraba el Presidente.

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