viernes, 17 de agosto de 2018

Himno Nacional dominicano: el gran olvidado

  • Himno Nacional dominicano: el gran olvidado
    Solemnidad. La población debería recordar este símbolo cada 17 de agosto, que es después del Día de la Restauración.
Providencia Rossi Pujols
Especial para LD
Santo Domingo
Todo dominicano ha tarareado una que otra vez las notas del Himno Nacional. ¿Pero cuánto se sabe acerca de ese importante símbolo patrio, que identifica al pueblo dominicano como nación?
De acuerdo al decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Augusto Bravo Mena: “El Himno Nacional es el gran olvidado por los dominicanos. No sabemos el día dedicado para él, no se festeja, a pesar de que al igual que la Bandera y el Escudo es un símbolo que nos identifica como pueblo, como nación”.
Asegura que el Himno Nacional Dominicano fue interpretado por primera vez, el 17 de agosto de 1883, en los salones de la Logia Masónica Esperanza, antigua Logia Constante Unión, durante una velada patriótica a propósito de conmemorarse un aniversario de la Restauración de la República, por lo que es considerada como la cuna del Himno Nacional dominicano.
Bravo Mena cuenta que la actividad estaba programada para el 16 de agosto, pero por algunas circunstancias no se desarrolló ese día y se llevó a cabo el 17 de agosto. De ahí, el día del Himno, el cual se conmemora hoy. “No surgió ese día como el himno, sino como una pieza musical cuya letra fue compuesta por Emilio Prud’ Homme y la música de José Reyes, ambos maestros masones de la Logia Esperanza. Todos los músicos que interpretaron los diferentes instrumentos eran masones, pero la pieza fue identificándose en el pueblo dominicano y años después entonada por la población y se fue asumiendo como tal”.
Así lo asegura el catedrático al destacar que las polémicas no se hicieron esperar, las disputas llevaron a que la pieza sufriera algunas transformaciones en diferentes períodos históricos, hasta que al inicio de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, en mayo de 1934, fue oficialmente aprobadas las letras y música que hoy se conoce como el Himno Nacional de República Dominicana.
Lo cierto es que tuvo que transcurrir medio siglo antes de que fuera declarado como el himno oficial de la Patria, aunque ya se interpretaba en hechos históricos y legítimamente era parte del pueblo, el cual está compuesto por 12 estrofas, a pesar de que sólo se acostumbra interpretar las cuatro primeras.
El también historiador y catedrático de la UASD entiende que el himno es un símbolo patrio que se debe resaltar, valorar en su justa dimensión por lo que cree que se debe poner en vigencia reglamentos para que sea interpretado adecuadamente en los lugares que corresponde y con la reverencia que amerita. También entiende importante que se especifique los autores de las letras y la música. “Se hace necesario rescatar la reverencia de nuestro Himno Nacional”.
Bravo Mena considera el Himno Nacional como fundamental, porque constituye parte de los valores que identifican la dominicanidad.
Destaca que al conmemorarse un siglo de haberse interpretado el Himno Nacional, en el gobierno encabezado por Salvador Jorge Blanco, se condecoró a la Logia Esperanza y se estableció como cuna de este símbolo patrio.
Entiende que los ministerios de Educación, de Cultura, las Efemérides Patrias deben dar más valor al Himno Nacional.
((Llamado
Que se recuerde
En el año 2000, representantes de la logia Esperanza hicieron un llamado al entonces presidente de la República, Hipólito Mejía, para que derogara el decreto a través del cual se entonaba el himno al mediodía, debido a que no le encontraban sentido a la medida, y así fue establecido.
El maestro, quien tiene cerca de dos décadas en las aulas de la UASD, enseñando Historia, cree que quienes irrespeten los símbolos patrios deben ser castigados, ya sea con una multa o una tarea de carácter social para que al ciudadano le sirva de lección. Entiende que ya es tiempo también de que se recuerde a este himno cada 17 de agosto, con una solemne conmemoración.

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