“Todo en la vida tiene su final, nada dura para siempre”. Las letras de los salseros Héctor Lavoe y Willie Colón resultaron apropiadas para describir la fractura de una prolongada agonía de dos años y 14 reveses al hilo.
La racha victoriosa de los Toros del Este sobre los Tigres del Licey finalmente se vio cortada la noche de este martes al imponerse los felinos 6-1 con una destacada participación de su batería de pitcher y cátcher.
El lanzador debutante Austin Bibens-Dirkx tiró cinco episodios de una carrera y el receptor Andrew Knizner remolcó dos carreras en el segundo acto que matemáticamente decidieron el tercer éxito consecutivo de los Tigres (13-14) que ahora ocupan el cuarto lugar en la tabla de posiciones del torneo de beisbol otoño-invernal.
Knizner produjo un sencillo arrastrado por el medio del diamante con dos fuera que impulsó a Jorge Bonifacio y Hanley Ramírez, ambos en posición anotadora por pases gratis y un lanzamiento desviado de Brian Abreu, el abridor de los Toros.
La solitaria carrera de los Toros (11-16), ocupantes sótano, se produjo en la quinta entrada por un cuadrangular abridor del inicialista Peter O’Brien.
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