Esqueletos de grandes peces, piezas para rituales funerarios, herramientas de cocina, recolección y caza, fueron otros objetos que el equipo de arqueólogos dominicanos encontró en el Monumento Natural Cabo, en la zona oriental de la península de Samaná, y además, restos humanos de niños de los que podrían ser los primeros pobladores de la isla de Santo Domingo.
El arqueólogo Adolfo López explicó que, utilizando el método Harris hallaron restos de grandes poydontes (caracoles marinos) y peces, percutores, majadores y rayos de coral seco, carabelas y triángulos (representación de fertilidad) talladas en piedra, hachas y herramientas de sílex (un mineral de gran dureza utilizado como herramienta cortante) que podrían ser de los grupos arcaicos u otros más antiguos.
El método Harris consiste en el estudio, a través de la superposición de estratos o capas de la tierra, en la que cada estrato o capa le corresponde una edad o periodo diferente, que permite datar su antigüedad.
“Hemos logrado encontrar seis niños muy pequeños, cuatro bebés, que eso nunca se había encontrado, porque los huesos de los niños se deshacen, entonces tener la oportunidad de estudiar bebés y niños pequeñitos de una época tan antigua es un acontecimiento cultural del más alto nivel”, externó López, experto en metodología arqueológica.
Mortalidad infantil
“Hay niños recién nacidos y que no han llegado a nacer y eso nos indica de la sociedad algo muy importante (...) Que adultos y niños se entierren en el mismo espacio, significa que esos niños significaban mucho para la sociedad”, agregó la arqueóloga Galvez.
El equipo de arqueólogos maneja la hipótesis de que había un índice de mortandad infantil. “Creemos que entre los dos y cuatro años, en el momento del destete o cuando nacen, tienen muchas posibilidades de morir y como todas las sociedades prehistóricas, por muchos tipos de problemas, no solo por enfermedades actuales”, dijo Galvez, especialista en exhumación, precisando que no está del todo comprobado y es una hipótesis.
López describe a los “arcaicos” como unos grupos de pescadores y recolectores, de ahí a que se haya encontrado en los yacimientos grandes cantidades de caracoles, conchas y peces.
Precisó que serán analizados para ver si coinciden con ellos.
Además, se encontraron percutores, majadores y tablas hechos de piedra. López mostró uno de los majadores y señaló la parte donde tenía desgaste, precisamente era por dar golpes.
Galvez describió que tienen muchos individuos con desgaste dental, “lo que no indica que tienen una alimentación basada en el consumo de la yuca, por ejemplo, entonces trituraban la yuca con los rayos de coral (herramienta) y todas esas piedras que se sueltan desgastan la dentadura”.
Precisó que esta es una hipótesis, ya que luego de terminada la fase de excavación se analizaran las patologías óseas de los individuos desenterrados y después viene una etapa de análisis y discusión del equipo arqueológico.
Piedra en forma de rostro
Asimismo, el equipo de excavación halló otros elementos mágico-religiosos que dan aún más indicios del período arcaico, entre ellos, piedras talladas en forma de calaveras.
“Esta piedra aplanada que tiene forma de un rostro con ojos y nariz, podría haber sido una de las identificaciones del lugar. Es una pieza ritual-funeraria, pero será evaluada”, dijo López.
Varias piedras en forma de triángulo fueron otros de los hallazgos. “Este triángulo puede representar el pubis o vientre femenino… tienen una connotación de fertilidad y también está relacionada con la luna y los ciclos lunares”, afirmó el especialista en metodología arqueológica.
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Cuchillos y hachas en piedra
Los arcaicos se caracterizaron por sus artefactos en piedra. Producían instrumentos en un proceso de lascado de la piedra hasta llevarla a la forma deseada, para luego pasarla por un procedimiento de pulido, así creaban lanzas y diversos tipos de hachas de piedra.
Sílex.
Los investigadores dominicanos encontraron herramientas de sílex, piedras delgadas y onduladas cortantes y hachas de piedra característicos de los “arcaicos”.
Información valiosa.
“Esta piedra de sílex las podremos fechar, saber con qué otros materiales convivían, nos dan una gran información…”, aseguró López. El Monumento Natural Cabo, en la zona oriental de Samaná, alberga un nuevo yacimiento arqueológico que se estudia en estos momentos
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