SANTO DOMINGO. Por su poder mineralizante es la bebida ideal para tomar antes, durante o después de hacer deportes o cualquier actividad física, además de ser muy refrescante y sabrosa.
En cualquier esquina de la ciudad podemos encontrarnos con un "coquero", ofertando sus productos. El agua de coco es la bebida ideal para hidratarse. Tiene la virtud de ser refrescante y depurativa, ya que posee minerales, como el potasio, calcio, sodio, fósforo y magnesio, por lo que resulta perfecto para rehidratar el organismo después del ejercicio físico.
El coco actúa como un filtrador natural del agua y da como resultado una bebida natural y rica en vitaminas y minerales. Al poseer un perfil electrolítico casi idéntico al cuerpo humano, su ingesta está especialmente recomendada para toda la familia, especialmente para deportistas.
Además, tiene una elevada cantidad de magnesio, que es capaz de romper los espasmos musculares o calambres, por lo que supone una buena opción frente a las bebidas deportivas procesadas y cuenta con pocas calorías.
El agua de coco puede reponer los electrolitos que el cuerpo humano excreta a través del proceso de transpiración, como el sodio, potasio, magnesio y calcio, de ahí que esta bebida puede servir como una solución de rehidratación eficaz, sobre todo después de la realización de actividad física, especialmente en verano.
El secreto de su riqueza nutricional radica en su composición ya que contiene más de un 90% de agua, así como una gran variedad de minerales, esenciales para el funcionamiento normal del cuerpo humano, entre los que se encuentra el magnesio y potasio. Asimismo, es rica en vitaminas, especialmente del grupo B, los folatos y enzimas, aminoácidos y sustancias fitohormonales. El potasio es el mejor regulador electrolítico para nuestro cuerpo, provocando una mejor eliminación de toxinas por vías naturales.
Aunque el coco esté considerado como una de las frutas con un elevado aporte energético, el agua que contiene apenas aporta calorías, lo que hace que el hígado lo metabolice fácilmente; además, no contiene colesterol.
El agua de coco no presenta contraindicaciones, ya que es moderada en azúcares, poco energética, pero rica en micronutrientes y por supuesto recomendable para niños, adultos y ancianos.
Según los expertos la presencia de sal y albumina lo hace una bebida excelente para casos de cólera, ya que mantiene los niveles líquidos, naturales del cuerpo humano.
El agua de coco contiene componentes orgánicos con propiedades que promueven el crecimiento saludable, cura la mala nutrición, baja la presión arterial y es un diurético natural. En esta temporada de calor: ¡¡A tomar agua de coco!!
Más del coco:
El cocotero es una de las plantas cultivables más importantes de los trópicos. El "árbol del cielo", como se denomina en algunas islas del pacífico, ofrece un aprovechamiento total: troco, hojas, la "jícara" de su cáscara y naturalmente, todo el fruto.
Características del cocotero
Se desconoce su procedencia exacta, aunque el lugar más idóneo para su crecimiento es cerca del mar. Su tronco, sumamente flexible y adaptable a fuertes vientos, puede alcanzar una altura hasta de 30 metros, pudiendo alcanzar una edad de hasta 100 años. Entre los 15 y 50 años es cuando alcanza su fase más productiva, llegando a proporcionar anualmente unos 800 cocos.
En cualquier esquina de la ciudad podemos encontrarnos con un "coquero", ofertando sus productos. El agua de coco es la bebida ideal para hidratarse. Tiene la virtud de ser refrescante y depurativa, ya que posee minerales, como el potasio, calcio, sodio, fósforo y magnesio, por lo que resulta perfecto para rehidratar el organismo después del ejercicio físico.
El coco actúa como un filtrador natural del agua y da como resultado una bebida natural y rica en vitaminas y minerales. Al poseer un perfil electrolítico casi idéntico al cuerpo humano, su ingesta está especialmente recomendada para toda la familia, especialmente para deportistas.
Además, tiene una elevada cantidad de magnesio, que es capaz de romper los espasmos musculares o calambres, por lo que supone una buena opción frente a las bebidas deportivas procesadas y cuenta con pocas calorías.
El agua de coco puede reponer los electrolitos que el cuerpo humano excreta a través del proceso de transpiración, como el sodio, potasio, magnesio y calcio, de ahí que esta bebida puede servir como una solución de rehidratación eficaz, sobre todo después de la realización de actividad física, especialmente en verano.
El secreto de su riqueza nutricional radica en su composición ya que contiene más de un 90% de agua, así como una gran variedad de minerales, esenciales para el funcionamiento normal del cuerpo humano, entre los que se encuentra el magnesio y potasio. Asimismo, es rica en vitaminas, especialmente del grupo B, los folatos y enzimas, aminoácidos y sustancias fitohormonales. El potasio es el mejor regulador electrolítico para nuestro cuerpo, provocando una mejor eliminación de toxinas por vías naturales.
Aunque el coco esté considerado como una de las frutas con un elevado aporte energético, el agua que contiene apenas aporta calorías, lo que hace que el hígado lo metabolice fácilmente; además, no contiene colesterol.
El agua de coco no presenta contraindicaciones, ya que es moderada en azúcares, poco energética, pero rica en micronutrientes y por supuesto recomendable para niños, adultos y ancianos.
Según los expertos la presencia de sal y albumina lo hace una bebida excelente para casos de cólera, ya que mantiene los niveles líquidos, naturales del cuerpo humano.
El agua de coco contiene componentes orgánicos con propiedades que promueven el crecimiento saludable, cura la mala nutrición, baja la presión arterial y es un diurético natural. En esta temporada de calor: ¡¡A tomar agua de coco!!
Más del coco:
El cocotero es una de las plantas cultivables más importantes de los trópicos. El "árbol del cielo", como se denomina en algunas islas del pacífico, ofrece un aprovechamiento total: troco, hojas, la "jícara" de su cáscara y naturalmente, todo el fruto.
Características del cocotero
Se desconoce su procedencia exacta, aunque el lugar más idóneo para su crecimiento es cerca del mar. Su tronco, sumamente flexible y adaptable a fuertes vientos, puede alcanzar una altura hasta de 30 metros, pudiendo alcanzar una edad de hasta 100 años. Entre los 15 y 50 años es cuando alcanza su fase más productiva, llegando a proporcionar anualmente unos 800 cocos.
De Diario Libre
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