El Papa Benedicto XVI denunció el domingo a la mafia "inhumana" que azota al sur de Italia e instó a los habitantes en esa región a responder al sufrimiento con el cuidado del prójimo y el trabajo en el bien común.
Benedicto XVI hizo estos comentarios durante una misa que celebró al aire libre en Lamezia Terme, en la región de Calabria del extremo suroeste de Italia.
La región es donde se ubica la mafia 'ndragheta, considerada actualmente más poderosa que la misma mafia siciliana y una de las principales organizaciones de tráfico de cocaína del mundo.
Además, Calabria es una de las regiones más pobres de Italia, con una tasa de desempleo de 27%.
Benedicto XVI destacó que esta es una región sísmica —"no sólo desde el punto de vista geológico, sino también en lo estructural, conductual y social"— y denunció el alto nivel de desempleo y "la criminalidad a menudo inhumana que hiere al tejido de la sociedad".
Asimismo, alabó a los calabreses por su capacidad de vivir con tales problemas y en un estado de emergencia casi constante y los instó a seguir respondiendo a estos problemas que azotan a la región con fe y con valores cristianos.
"Esfuércense para crecer en la capacidad de colaborar los unos con los otros, en cuidar los unos de los otros y todos juntos en el bienestar público", agregó el Sumo Pontífice.
Fue la primera visita del Papa Benedicto XVI a esta región, donde la policía calculó que cerca de 40.000 personas acudieron a la misa al aire libre bajo cielos nublados y fríos.
El alcalde de la ciudad, Gianni Speranza, le dio la bienvenida al Papa pero no quiso hablar mucho sobre los problemas de la región. "Bienvenido a Lamezia Terme, Su Santidad, una tierra de sufrimiento", dijo Speranza.
El gobernante indicó que la juventud de la región necesita una señal de esperanza de que podrá vivir sin las amenazas ni el temor a la mafia. "íYa fue suficiente con la Mafia!", agregó el alcalde.
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