SANTO DOMINGO.- El alcalde de Santo Domingo Norte, Francisco Fernández, del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), compró una casa de 660 mil dólares, es decir, por 25 millones 740 mil pesos en el exclusivo Metro Country Club, cerca de la Playa de Juan Dolio, sin que haya hecho la declaración jurada de bienes a la que está obligado por ley.
Nuria Piera, en su programa Nuria-Investigación Periodística, dijo que en el contrato de compra se registra que el inmueble le costó a Fernández 660 mil dólares, aunque en la actualidad está valorado en más de 750 mil dólares.
El equipo de Nuria intentó comunicarse con el síndico perredeísta, porque primero aceptó la entrevista, luego la canceló alegando que tenía una alergia y después pidió un cuestionario y, por último, la pospuso por tiempo indefinido, ya que según él tiene mucho trabajo.
“En un visita -dijo Nuria- que realizamos a la vivienda, ubicada en el hermoso paseo de Los Laureles del Metro Country Club, y la que no requiere enrejado pues el residencial cuenta con seguridad general, pudimos admirar, la arquitectura moderna de dos plantas revestidas en piedra y ladrillo rojo y rodeada por un césped bien cortado por los empleados del club”.
“Resalta la amplia marquesina para dos vehículos. Los ventanales permanecen cerrados herméticamente, ya que cuenta con sistema de aire acondicionado central, aunque algunos dejan ver el confortable interior donde curiosamente se ven los palos de golf con que el señor síndico pasa sus ratos libres”.
Los gastos, según Nuria, que le genera mensualmente esta propiedad son cuantiosos, ya que el costo de mantenimiento por vivir ahí ronda los 20 mil pesos. Esto sin contar el pago del servicio doméstico, energía eléctrica ininterrumpida y servicios separados de agua corriente y purificada que suman otros cuantos miles.
Vivía "alquilado"
Narra la comunicadora que posiblemente el alcalde justifique este tren de vida con la posesión de varios negocios, entre ellos la empresa distribuidora de combustible Galaxia Gas con varias bombas de expendio, pero se desconocen cuántas ni cuánto le generan, ya que según la Procuraduría General de la República no se ha tomado la molestia de presentar su declaración jurada.
Los gastos, según Nuria, que le genera mensualmente esta propiedad son cuantiosos, ya que el costo de mantenimiento por vivir ahí ronda los 20 mil pesos. Esto sin contar el pago del servicio doméstico, energía eléctrica ininterrumpida y servicios separados de agua corriente y purificada que suman otros cuantos miles
Según la ley 82-79 de Declaraciones Juradas de Bienes los síndicos o alcaldes están obligados a presentar declaración de bienes al igual que los vicesíndicos, regidores y otros funcionarios de los ayuntamientos.
Nuria considera que para el alcalde Fernández la transparencia es algo que no hay que tomarse en serio, pues en la página web del ayuntamiento al abrir la sección Transparencia, en lugar de las nóminas, relación de gastos y deudas del ayuntamiento aparecen las leyes de Información Pública, entre otras que ni siquiera se pueden descargar.
Una revisión de dónde ha vivido el alcalde antes da cuenta, según Nuria, de cuánto él ha prosperado. En una ocasión alquiló, durante la campaña, una casa en el sector Marañón II en la calle primera número 52 Villa Mella, y la uso como puesto de mando de campaña. La devolvió, dicen, en un estado deplorable. Luego habitó otra en la calle primera número 77 de la urbanización El Dorado.
Más tarde vivió en una casa del sector Buenos Aires, en el kilómetro 9 de la carretera Sánchez. Hay que mencionar que la nueva casa del Club Metro es exclusivamente para su recreo. Llama la atención que durante toda su vida como empresario vivió alquilado y solo después de ser síndico es que ha comprado sus viviendas.
El nombre del síndico Francisco Fernández ha estado muchas veces ligado a eventos económicamente escandalosos como su boda con la entonces bailarina del show divertido con Jochy, Betty Gerónimo, con un costo superior a los 5 millones de pesos y que se celebro en el hotel Santo Domingo Milton.
Ya durante su campaña electoral, en marzo del 2011, Francisco Fernández se mostró muy desprendido y desfiló por las calles de Villa Mella repartiendo dinero a dos manos desde su yipeta. Obviamente no hay duda de que le sobra.
Pero no todo es felicidad, en noviembre de este mismo año, la yipeta Nissan Murano de su esposa Betty Gerónimo, fue acribillada a tiros en extrañas circunstancias que nunca se aclararon. En aquel momento algunos conocedores de los entretelones de la sindicatura dijeron que era de esperarse, ya que para salir electo se hacen muchas promesas pero después la cosa se pone dura para cumplirlas. De lo que se puede estar seguro es que los inconformes que portan metralletas y tirotean el auto de un alcalde, no son los pobres que piden el arreglo de una calle: esas son promesas pequeñitas.
Los testaferros y…se cayó la llamada
Como es habitual en estos casos, una de las maneras en que los funcionarios ocultan sus propiedades es poniéndolas a nombre de testaferros, así la casa está en realidad está inscrita a nombre de Jenry Antonio Morel Beras.
Morel Beras es contratista del ayuntamiento para las construcciones de un puente peatonal y un boulevard en Sabana Perdida, a pesar de no estar registrado en el Colegio de Ingenieros como profesional.
Jenry Morel es propietario del grupo ACD, que incluye las empresas Inmobilia, Inmobiliaria ACD Constructora Lopez Morel y la revista sobre construcción Habitara. El cobro des sus trabajos para el ayuntamiento lo realiza a través de metal ACD, otra de las empresas del grupo.
Jordy Morel residía hace dos años en una casa de la calle 23 número 5 del barrio La Esperanza, en la zona oriental y ahora reside en este edificio en el apto 308 de la calle Las carreras número 17 de Gazcue. Cuando el equipo de Nuria se presentó en las oficinas de su empresa ACD no se encontraba.
Debido a que el sindico Fernandez evadió durante toda la investigación permitir un entrevista personal ante nuestras cámaras, solo pudieron sostener de el un conversación por vía telefónica.
En la conversación, al preguntarle por qué no tiene una declaración jurada de bienes, respondió que no porque lleva solo dos años de síndico y que no la necesita ya que cualquiera puede verificar quién es él.
Al preguntarle sobre Jenry Morel , fue evasivo y trató de terminar la conversación y cuando le preguntaron por la nueva casa de Metro Country Club, no pudo negar la compra, pero se rehusó a hablar sobre ella. En un momento, le colgó el teléfono a Nuria.
Según Nuria, la bonanza que ha experimentado el síndico es inversamente proporcional a los problemas que acumula el ayuntamiento como las protestas de empleados, pensionados y contratistas que hace meses que no cobran.DE ACENTO,COM,DO
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